miércoles, mayo 30, 2007

Amanece, que no es poco

En los últimos dos días hizo un frío... teníamos por la mañana -10°C y una térmica de -15°C, aproximadamente. Hoy, ya con una temperatura entre 0 y -3, es otro cantar.

Plagio el título de una película española, para mostrarles la salida del sol en Tierra del Fuego. La foto está tomada desde la puerta de mi trailer-oficina, ayer a eso de las 09:20. Como siempre, la imagen no lo refleja todo. Falta el aire fresco en el rostro y los sonidos tanto del viento como de las pisadas sobre la capa de escarcha


Saludos

martes, mayo 22, 2007

Pequeña descripción

En este momento es noche cerrada por esta zona.
Delante de mi escritorio hay una ventana por la cual pueden verse (a unos cien metros) las oficinas. Detras de ellas se observa la maraña de caños y torres que corresponde a la planta petrolera, el comedor sobre la izquierda y hacia la derecha y a lo lejos, la antorcha de quema. Elemento alto como el obelisco, del que surge una llamarada en forma permanente. La noche hace que el fuego parezca de mayor brillo y tamaño.
Cuando comience a salir el sol, enseguida se va a empezar a reflejar su brillo en el acero de las torres separadoras de gases.
Sobre el escritorio, una montón de cosas. Jamás lo tengo ordenado.
En mi compu suena "El detalle" de La Mississippi, la cafetera está terminando de llenar su recipiente, y el olorcito a café invade el trailer.
No está nada mal. Que tengan todos un buen día.

jueves, mayo 17, 2007

Apuntes sobre el frío

Hay algunas cosas bastante pintorescas que tiene el frío por estos lares. Una de ellas es la presencia de escarcha.
Anoche volvía hacia mi casa y había empezado a caer la escarcha temprano. De modo que se observaba el siguiente panorama, que voy a tratar de describir fielmente.
Como primera medida, caminar sobre escarcha es caminar sobre hielo, de modo que hay que hacerlo con el debido cuidado para no resbalarse. No es una pista de patinaje, pero uno enseguida se da cuenta que el calzado no tiene el grip de siempre.
La presencia de la escarcha sobre la vereda y el pavimento hace que, visualmente, parezca que brillan. Imaginen centerares de cristalitos que reflejan el alumbrado público, si la noche está despejada se observa mucho mejor.
Del mismo modo ocurre con los autos. En aquellos que están estacionados se comienza a ver una capa brillante sobre ellos, que pierde su brillo y se transforma en blanca cuando comienza el día.
Otro tema curioso es la relación entre hielo y barro. Se observa en la ciudad, pero más en el campo.
Es habitual que al caer la noche, las bajas temperaturas junto con la ausencia del sol generen el congelamiento de cuanto charco o zona húmeda exista. Entonces a la mañana siguiente se observan los huellones de las camionetas (que fueron dejados el día anterior) pero que se encuentran duros como el cemento. Uno camina por el campo a la mañana temprano y parece que fuera sobre la vereda.
Pero luego el sol comienza a calentar, y en cuestión de una hora, lo que antes estaba congelado comienza a ablandarse y a transformarse en un barro denso que se adhiere a las botas, a las cubiertas de los vehículos y mancha todo lo manchable.
Y la presencia del hielo también genera situaciones interesantes. Hace un par de años me encontraba con un supervisor de obras tomando unas medidas para un oleoducto que teníamos que construir. Estábamos en el campo a unos 70 km. al norte de la oficina, o sea a 150 km. de la ciudad, por lo tanto en medio de la nada.
Era pleno invierno y los espejos de hielo tenían bastante extensión. Para ir a un determinado lugar a tomar un punto, teníamos que atravezar caminando uno de estos espejos, por lo tanto, dejamos la camioneta a la vera de la ruta y nos pusimos en marcha. A medida que avanzábamos, notaba que el pasto desaparecía, por lo tanto el hielo ya tenía un espesor respetable de tal vez unos 15 cm. También en algunas partes era mas oscuro que en otras, de modo que no era todo hielo lo que pisábamos, debajo había agua.
Habremos avanzado unos treinta metros en esa pista de hielo (caminando muuuuy despacio) cuando el hielo empezó a crujir.
El supervisor me miró y me dijo "Arquitecto, si se rompe nos mojamos con agua helada" de acuerdo con la profundidad que tuvieramos debajo estaba la posibilidad que se nos meta el agua en las botas (y eso considerando que solo caigamos de pie, sin resbalarnos), nada recomendable a esas temperaturas. Entonces, tomamos la medida hasta ahí y tan despacio como llegamos nos dimos media vuelta y nos fuimos. Con el hielo crujiendo.
En otra oportunidad, también en el medio del campo, me agarró el deshielo. Junto con mi jefe fuimos a tomar otros puntos (con un GPS de mano como los que he mencionado en otra oportunidad) y esta vez lo que había que cruzar caminando no era hielo sino barro congelado.
Habré de decir en mi favor que en el lugar se veían huellas de ovejas, y vacas, de modo que otros seres vivos habían cruzado antes que nosotros. Fue así que empezamos a caminar. No recuerdo bien, pero creo que serían unos 50 metros a atravezar.
No habíamos llegado a la mitad, que mi jefe me dice "vamos que no llegamos" resulta ser que ya se estaba ablandando todo y, como mencioné, el barro se adhería al calzado, para colmo se trataba de una sustancia arcillosa muy espesa de modo que, los últimos 10 metros los hice sujetándome las botas para que no queden adheridas al barro que me las succionaba cuando intentaba levantar el pie y con mi jefe tirando de mí tratando de no caerse (creo que porque no podía contener la risa).
Buscamos otro lugar para volver a la ruta, pero el retorno fue igual de penoso, tanto mi calzado como el pantalón quedó impregnado hasta arriba de los tobillos en ese barro viscoso que (como si algo faltara) olía tan mal, que volvimos a la planta con las ventanillas de la camioneta bajas, a pesar del invierno.
Una vez que llegamos me dieron otro par de botas, un térmico para que pudiera quitarme el pantalón y me adjudicaron el mote de "pie negro" que me acompaña hasta el día de hoy.

lunes, mayo 14, 2007

Sobre el arte poético

Me reconozco un lector razonablemente amplio. Si bien tengo, al igual que cualquiera, mis preferencias, si dispongo del tiempo suelo leer todo cuanto se me pone al alcance. Pero (siempre lo hay) tengo una deficiencia en esa costumbre de la lectura, y se trata de la poesía.
Carezco de afinidad hacia el arte poético, es mas, a veces muchas cosas se me escapan porque intento darle una vuelta mas a la que el autor intentó expresar en sus versos.
Hubieron varias métricas para la disciplina poética, (Pareado; Terceto; Tercerilla; Cuarteto; Redondilla; Quinteto; Sextilla; Octavillas; Soneto y varias mas). No todos los poemas hablan de grandes gestas, también en su momento la poesía versaba sobre lo cotidiano. Podría decirse que en la Europa de los siglos XV, XVI y XVII era la forma en la que se transmitían las noticias. Versificadas y reproducidas de boca en boca.
Pongamos un ejemplo en esta Redondilla del Conde de Villamediana, que habla de un tal Vergel a quien, evidentemente, su esposa le había puesto unos cuernos dignos de exposición.

¡Qué galán que entró Vergel
con cintillo de diamantes!
Diamantes que fueron antes
de amantes de su mujer.

Así, con esa simpleza (pero con esa belleza) se comentaban los asuntos públicos y privados.
Hubieron muchos poetas por esas épocas. Cada uno fué admirado y odiado por sus obras. No faltaron los duelos por honras mancilladas a través de los versos. De hecho, el mencionado Conde de Villamediana murió asesinado, y no se supo por quién.
Otro de estos artistas de la pluma fué Don Francisco de Quevedo y Villegas.
Alguna vez, hace bastantes años y en otra época de mi vida, me topé con estos versos de Quevedo, y si bien no los había olvidado, al volverlos a ver hoy citados en otro libro recordé con una sonrisa aquellos tiempos.

Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.


Alguna vez el historiador español Carlos Fisas, refirió al último verso como equivalente a cien tratados sobre el amor. Y no le erró ni un centímetro.
Seguiremos con los temas históricos, pero también vamos a empezar a ampliar el rango de lecturas. El hecho de leer solo por el placer de hacerlo, amerita el descubrir nuevos horizontes.

jueves, mayo 10, 2007

Aparecer de la nada

Hace aproximadamente dos meses iba caminando por una de las avenidas de la ciudad, me dirigía hacia la zona céntrica.
En la vereda estaban dos criaturas jugando en un triciclo, una era mayor que la otra, pero ambas lo suficientemente pequeñas para estar las dos sentadas y compartirlo.
Mientras yo me acercaba al lugar donde estaban, noto que quien era el mayor de los dos comienza a observarme (a pesar que al yo llevar lentes oscuros él no me veía los ojos). Cuando me faltaban unos diez metros para llegar hasta ellos, este nene estaba quietito y ya no me sacaba la mirada de encima, el otro (el menor) estaba sentado mas adelante y seguía en su mundo.
Al llegar hasta donde estaban ellos, yo seguía con el mismo paso, mi cabeza la tenía en otra parte dado que estaba con los temas familiares acerca de los que he posteado, y de pronto esta criatura que no dejaba de observarme hace un movimiento con su manito diestra y de entre sus ropas extrae una flor.
¡Toma! me grito.
Por supuesto que me dejó totalmente helado, estaba allí ese niño con una florcita silvestre, ofreciendomela. Me limité a mirarlo unos instantes. No tuve la delicadeza de quitarme los lentes.
Muchas gracias, atine a decirle, me incliné hacia él y tomé la flor.
Tan lento como me incliné, volví a incorporarme. Ellos siguieron jugando y yo seguí mi camino. Pero ya no era lo mismo.
Con cuidado para que no se quiebre, guardé la florcita en mi bolsillo. Por suerte mantenía los lentes en su sitio. Soy de los que no les gusta que los vean llorar.
Mientras doblaba la esquina, todavía absorto por lo que me había pasado, le pedí a Dios: Señor, devolvele mil veces la alegría que él me dió a mi.
Hoy la flor está arrugada y seca dentro de un tarrito de plástico en mi casa. Algún día de ella no va a quedar fisicamente nada. Lo que me guardo para mí es la sensación que a veces, en los momentos en que menos te lo esperás, y por donde menos te lo esperás... De la nada, alguien aparece.
Y también puede pasar que, para alguien que lo necesite... de la nada tengamos que aparecer nosotros.

martes, mayo 08, 2007

Este si que nos entendía...

Hoy hace veinticinco años en un espectacular accidente perdió la vida Gilles Villeneuve.
Curiosa carrera en la Fórmula Uno tuvo Gilles. Debutó con un Mc Laren en el GP de Inglaterra de 1977 y de allí se lo llevaron a Ferrari. El ojo de Don Enzo le mostró algo especial, sin dudas.
De allí en mas, su breve carrera estuvo ligada a la Rossa de Maranello, y para muchos como yo (que tenemos la sangre roja no por una cuestión biológica sino porque es el color de la Ferrari) pasó a convertirse en un ícono.
Hubo pilotos que, subidos a la Ferrari, no tuvieron el mismo rendimiento que antes. Otros directamente nunca la merecieron (si, te hablo a vos Barrichello). Gilles y la Rossa fueron una sola cosa desde el principio, parecía que el auto lo acompañaba en sus locuras, y que muchas veces le perdonó la vida.
En estos días habrá profusión de videos con el accidente fatal. No es la imagen que me guardo de Gilles. El recuerdo que quiero tener está en el final del GP de Francia de 1979, cuando a ruedazo limpio peleó la segunda posición con el Renault de Arnoux, el video no lo pego yo, lo pueden ver en este excelente blog.
De ese GP casi nadie lo recuerda porque haya ganado Jabouille con el otro Renault, sino por esa lucha que mencioné. Yo lo recuerdo perfectamente porque lo estaba viendo con la nariz a menos de cincuenta centímetros de la pantalla de la tele, a los gritos pelados hinchando por la Ferrari.
El 8 de mayo de 1982 yo no estaba en mi casa cuando el accidente, al retornar me comenta mi papá sobre el tema y resultaba increíble (aunque previsible). Luego, cuando difundieron las imágenes resultaba claro que de esa no salía.
También el recuerdo de Gilles motivó un pacto que hicimos con algunos compañeros de la secundaria, que en su momento vez comenté aquí.
Pero también me corresponde colocar una imagen de él. Esta foto la tuve mucho tiempo como fondo de pantalla, para mi humilde forma de ver, resume cómo se maneja la Rossa, muestra qué cosa queremos ver los hinchas de Ferrari cuando un piloto se sube a una de ellas. Porque no está piloteando cualquier máquina, no, que ni se le ocurra.




Gilles Henri Villeneuve, doblando cruzado (al límite, como siempre) en el GP de Long Beach 1980

miércoles, mayo 02, 2007

Esperando veinte minutos

El pasado viernes me tocó acompañar a personal de la Estación Astronómica de Río Grande a posicionar tres puntos en el campo. El trabajo consistía en ir hacia sitios de los cuales ya teníamos las coordenadas, clavar una estaca de madera y armar un equipo GPS de los que utiliza la Estación. Habitualmente yo utilizo unos GPS mas pequeños que para mi trabajo vienen bárbaros, pero cuando se requiere una precisión absoluta, se llama a esta gente para que realice la tarea.
Aclaro para quien no conozca de qué se trata, el GPS es un sistema de posicionamiento global consistente en un aparato que toma la señal de los satélites que en ese momento le pasan por encima, una vez que captura por lo menos tres señales de satélite obtiene con ellas las coordenadas X; Y (y los mas avanzados la Z) de donde está ubicado.
A su vez, si mientras está encendido y posicionado uno se desplaza con él, va registrando la ruta, informa la velocidad y calcula distancias. Estos datos se vuelcan en planos o mapas y así, por ejemplo, pueden relevarse caminos o ubicarse puntos en un gráfico.
Volviendo al viernes, fuimos hasta el primer lugar de medición, nos posicionamos, clavamos la estaca y se armó uno de los equipos. Lo dejamos trabajando y nos fuimos al segundo punto.
Al llegar repetimos la maniobra, como de la Estación habían traído dos equipos, en este caso nos quedamos esperando que tomara los datos, proceso que demora entre 15 y 20 minutos, entretanto y dado que la camioneta la teníamos a pocos metros, nos sentamos en la tapa de la caja a charlar.
Una vez que se terminó con ese proceso, desmontamos y nos dirigimos al tercer punto a medir, motivo de la foto que ilustra este post.
Siendo que el lugar estaba alejado unos 100 metros del camino, dejamos la camioneta y nos acercamos caminando. Nuevamente se armó el equipo y empezó a buscar y guardar datos.
A todo esto, en cada lugar donde nos detuvimos a tomar mediciones, yo sacaba algunas fotos para que acompañen al trabajo que debía presentar la Estación. En el primer punto, armamos y nos fuimos, en el segundo (como mencioné) nos sentamos a charlar en la camioneta, pero ahora la misma estaba estacionada a unos 100 metros.
Tomé un par de fotos y cuando miro a mi costado, los muchachos de la Estación se habían tirado en el pasto a esperar el trabajo del GPS. Los miré y pensé “¿porqué no?”
El día estaba soleado, fresco y con poco viento, me acomodé sobre una mata mas o menos gruesa que me sirviese de almohada y allí me tiré.
Mientras miraba hacia el cielo, algunos pastitos mas altos movidos por el viento me rozaban los pómulos. Pensaba “esto se lo tengo que contar a los bloggers” y de allí surgió la idea de la foto.


Ese soy yo, en primer plano mis botas laborales, sobre la derecha el GPS que estaba tomando datos y a la izquierda en la lejanía una de las baterías de la empresa.
Allí estuve acostado, como veinte minutos, cuando en ocasiones cesaba el viento el silencio permitía oir perfectamente el aleteo de algún ave que pasaba por las cercanías, y cuando soplaba nuevamente el golpeteo rítmico del pasto sobre la superficie de mi casco acompañaba mi adormecimiento.
Y si, es como alguno que otro seguramente habrá pensado. Encima me pagan.
Saludos

lunes, abril 30, 2007

Puntos de vista

Desde hace un par de horas está nevando por aquí.
Recién, al terminar de almorzar, salí del comedor para volver a mi oficina y tuve que caminar unos 150 metros bajo la nieve.
Lo hice tan lento como pude, disfrutando cada paso. No hay viento, de modo que los copos caen con bastante tranquilidad.
Hay aquí quienes dicen que la nieve complica las cosas para el trabajo, que el frio, que el hielo, etc. etc.
Respeto esos puntos de vista, pero para mi, la presencia de la nieve siempre es una experiencia especial.

viernes, abril 13, 2007

¿A cuanto el ...?

Husmeando un poco en la red, encontré este tarifario que utilizaban en Paris allá por 1915 en una casa de placer.

Desconozco el idioma francés, pero alguna de las expresiones son (por denominarlo de alguna forma) deducibles. Si amplían la imagen podrán observar a qué me refiero.

Mas allá de el hecho de estar de acuerdo o no con estas prácticas, sobre lo que cada lector es soberano, el tarifario y sus "prix d'amour" me parece de un pintoresquismo que ya hemos perdido. ¿A quien se le ocurriría, hoy por hoy, algo similar?

Respondiendo a la amable solicitud de algunos lectores, aquí pueden observar con detenimiento el régimen tarifario.

martes, abril 10, 2007

Error 404

¿Cuantas páginas que en su momento hemos visitado ya no existen?
Cuando todo este movimiento de internet tomaba auge, recuerdo las publicaciones en las que se ofrecían links a las páginas de acuerdo con los intereses de cada uno. Creo que si eso lo revisamos hoy, deben seguir activos un 15% (siendo generoso).
Tenía guardado en mi máquina este tango dedicado a un link que , a juzgar por la letra, ha caído en desgracia. Cada uno sabrá a qué viejo link lo puede aplicar.

Viejo link...
Ya nadie te cliquea
Recordás aquellos tiempos
En que estabas en la home
Cuando banners pizpiretas
Centelleaban a tu lado
Y en el centro de la tabla
Concentrabas la atención

Viejo link...
Ya no vas a ningún lado
Y ya no estas indexado
Ni en un puto buscador
Y yo que estoy acabado
obsoleto y anticuado
Hoy me siento reflejado
Cuando miro el monitor
Porque el webmaster es cruel
Y en una página interna
A la que nadie visita
Pues quebró tu punto com
Hoy se burlan de tu facha
Esos Flash y Java Scripts
Te dicen que no servís
Y hasta te llaman botón

Algún día al buscarte como siempre
Encontrare, en lugar de tu color
El tan temido error 404
It cant bi faund, de peish iu ar luquin for
Viejo link... casi sin pretensiones
No te importa la versión de mi navegador
Te guardaré entre mis favoritos
Un bucmarc imborrable en mi corazón

Porque el webmaster es cruel
Y en una página interna
A la que nadie visita
Pues quebró tu punto com
Hoy se burlan de tu facha
Esos Flash y Java Scripts
Te dicen que no servís
Y hasta te llaman botón

jueves, abril 05, 2007

Via Crucis

Parecería que todo lo que uno ha conocido, no solamente cambia. Muchas veces desaparece.
No voy a afirmar que todo tiempo pasado fue mejor. Esa frase es una completa falacia. Cada uno tuvo sus propios tiempos pasados y solo nosotros podemos definir si son mejores o peores, porque solo nosotros conocemos nuestros parámetros.
Tomando como referencia el momento del año en el que estamos, recuerdo ahora mis domingos de Pascua de hace varios años, con esos huevos de chocolate, cuando con mi primo Fabián tratábamos de compararlos a ver a quien le había tocado el mayor (y eso que se esforzaban en que fuesen lo mas parejos posibles). También el hecho de saber que durante esa semana iba a poder ver en la tele Quo Vadis, o Los Diez Mandamientos, o tal vez Ben Hur (y bueno, ya saben que me gusta la historia).
Tal vez esto que comento suene sacrílego para un católico, por comparar una situación personal con algo tan significativo pero, hablando de la Semana Santa, vengo de mi vía crucis. Recién estuve verificando el contenido de algunas cajas que tenía que ordenar. Y me encontré con cartas, mensajes y momentos que eran para siempre. Y ahora son una hoja escrita y nada mas. ¿Donde quedó todo eso? ¿Cuando se me empezó a escurrir entre los dedos?
Salí de casa para ventilarme un poco, ahora estoy escribiendo esto y me hago las mismas preguntas.
Ando medio depre. Ya ofreceremos algo mejor. Saludos a todos

lunes, abril 02, 2007

Juan y John

Alguna vez, en un par de post un tanto extensos, comenté sobre mi gusto por conocer la historia desde el lado perdedor. La historia que se silencia, que se oculta o aquella que permanece sepultada por la que consideramos "oficial"
Hoy, mientras escuchaba en la radio algunos comentarios referidos al 2 de abril recordaba un poema de Jorge Luis Borges, conocido seguramente por muchos, y que cada vez que lo leo me genera una sensación muy particular, de simpatía por Juan y por John. Porque ellos, cada uno a su modo, fueron perdedores, y esa historia oculta la retrató don Jorge Luis con una situación ficticia, en pocas líneas pero en todos sus aspectos.
Juan López y John Ward
Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote. El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.
Sin yo cometer la torpeza de analizar un poema de Borges. ¿Por qué pienso que ambos perdieron?
Porque pienso en Juan, que es probable que su edad fuese 18 años, que su entrenamiento consistía en unos cuantos gritos dados por oficiales a los que, seguramente, luego no pudo ver. Que tal vez apenas podía manejar un arma.
Porque fue mal pertrechado, mal alimentado y peor contenido.
Porque provenía de un pais sin pasado bélico, cuyas Fuerzas Armadas (por otros motivos) eran históricamente resistidas por sus ciudadanos, y él estaba allí solo por pertenecer a la clase equivocada.
Porque aun a pesar de sus carencias él y otros se esforzaron por darle una leccíon a quien venía. Y él y otros se la dieron. Pero él y otros no lo supieron.
Porque si acaso tuvo una tumba decente, fue porque quien había sido su enemigo se la tuvo que proveer.
Porque Juan no se lo merecía.
Y pensando en John, su realidad era totalmente diferente. Tal vez haya sido un militar de carrera, su equipamiento lo conocía a la perfección.
En su caso, venía con la consigna de defender una nacíon que tiene aproximadamente 1300 años de entrenamiento para la guerra.
Seguramente sus restos fueron recibidos en suelo británico, cubierto su ataud con la Union Jack y mientras le descendían un grupo de gaitas hacía tronar "Amazing Grace" para despedirle.
Pero en él había mas... en su pecho no solo había espacio para medallas. También había intereses, sentimientos, y un corazón.
Él tampoco se lo merecía.
Por eso siento que perdieron. Tal vez uno y otro son héroes en su tierra. Quizás hay dos ciudades que les recuerdan. La una con el "Pasaje López" y la otra con su "Ward Street". Pero recuerdan sus nombres nó sus esencias, ni sus amores, ni sus miedos, ni sus esperanzas, ni lo que verdaderamente les interesaba. Solo recuerdan 74 días de historia.
Es demasiado poco. Cuantos Juan y cuantos John habrá.
Y a ellos, a quienes perdieron de este y del otro lado quiero dedicar estas lineas.

jueves, marzo 29, 2007

Arco Iris


Una de las características de esta zona es que, al tener la posibilidad de abarcar mucha superficie con la mirada, si luego de una lluvia se genera el arco iris, en varias oportunidades no solo se observa el arco completo, sino que además pueden verse dos arcos concéntricos.
De chico solía incluir algún arco iris en los dibujos que hacía en la escuela. Recuerdo que me esmeraba en darle siete colores (aunque no fuesen los correctos ni estuviesen en el orden debido).
Antiguas leyendas afirman que allí donde el arco iris se posa sobre la superficie, marca la ubicación de un fabuloso tesoro. También, de acuerdo con la Escritura, el arco iris es la marca que puso Dios luego del diluvio, como señal de que no volvería a castigar al hombre por esa vía.


Esta foto es de hoy a la mañana, tomada en una pequeña instalación de la empresa, a unos 140 km de mi oficina. Si bien yo estaba en el medio del campo y tenía el cielo celeste encima mío, el arco iris señalaba que estaba al alguna parte lloviendo.
Probablemente si alguien estaba en ese instante bajo la lluvia, la vista le permitiría observar que a unos cuantos kilómetros estaba el cielo celeste.
No mas de treinta minutos después de tomada esta foto teníamos un aguacero que hacía flamear la camioneta mientras volvíamos por la Ruta 3, y ahora, al escribir estas líneas en mi oficina, nuevamente está soleado.
Vos, estimado/a bloggero/a que estás leyendo este divague ¿qué cielo tenés sobre tu cabeza? Independientemente de cual sea, y apelando a dos frase viejas y trilladas, todo cambia y siempre, pero siempre, que llovió paró.

jueves, marzo 22, 2007

Solo por hoy

Ayer, charlando unos instantes con Cyn, le comentaba que para hoy el menú consistía en una paella. Prometí una foto (cosa que hoy puntualmente me recordó). Pues bien, aquí está nuestra dieta del día.

En primer plano la protagonista de este post. Al fondo se observan unos arrolladitos que constituían la entrada y, sobre la derecha, esa tapa de madera oculta la parrilla que mañana será nuevamente utilizada a mansalva.




En esta oportunidad, sí le saque una foto a los postres. Por allí hay unos spaghettis de chocolate de los que me encargué personalmente.



Y por último, la foto está sin flash para que se pueda apreciar la vista. En esa mesa suelo almorzar. Detrás de la empalizada blanca hay un barranco, luego la playa (que no se advierte por la perspectiva) y al fondo se observa la Bahía San Sebastián.

Una vez mas, buen provecho a todos.

miércoles, marzo 21, 2007

Veinticinco años

Hace ya unos días que estaba pensando en unificar mis dos blogs, y que cuando se me ocurriese postear algo sobre automovilismo, hacerlo aquí. Hoy comienzo con esta metodología.

La pregunta puede ser: ¿Por qué hoy?

Vamos a la respuesta. Hoy hace veinticinco años se disputó el Gran Premio de Brasil de la temporada 1982 de la Fórmula Uno. Ésta fue la última competencia de Carlos Alberto Reutemann en esa categoría.




Ese día culminó una trayectoria que se había iniciado el 23 de enero de 1972, en el Gran Premio de Argentina. Muy pocos recuerdan que ese día, en su primera carrera, el Lole había hecho la pole position con un tiempazo de 1:12:46 y por consiguiente él, un debutante, relegó al Campeón del Mundo Jackie Stewart al segundo lugar y a acompañarlo en la primera fila de largada. Chupate esa mandarina.

La carrera del Lole abarcó 146 Grandes Premios, 45 podios y 12 triunfos, fue piloto de las escuderías mas importantes en su momento. Entre 1972 y 1976, piloto de Brabham. Desde fines de 1976 hasta 1978 sobre una Ferrari, durante 1979 para Lotus y finalmente entre 1980 y 1982 en un Williams.

El recuerdo que dejó el Lole en la máxima categoría del automovilismo es la de un piloto obsesionado por la perfección de su máquina. Un excelente tester, que colaboró en el desarrollo de todos los modelos que corrió.

¿Y qué recuerdo dejó en nosotros?

Qué querés con ese, si siempre sale segundo...

Y cuando ganaba:

Seguro que abandonaron todos los demás...

Nosotros, y nuestra bendita costumbre de menospreciar al compatriota. Nosotros, y el karma de que si no salís campeón nunca serviste para nada.

No importa que haya estado once temporadas en la máxima categoría del automovilismo. No importa que nunca, y reitero, nunca, sobre un monoplaza de relleno. No importa que lo haya hecho en los años que la Fórmula Uno mataba uno o dos pilotos por año.

No importa que, después de él, no tuvimos otro piloto argentino capaz de correr al máximo nivel.

Lo que importa es que no salió campeón.

Bueno, a mí no me importa. Yo lloré aquel sábado 17 de octubre de 1981 cuando perdió por un punto el campeonato frente a Nelson Piquet, y como lo he dicho en otro post, repito ahora:

Fui, soy y seré hincha del Lole.

viernes, marzo 16, 2007

El menú de los viernes

Cuando un lunes de hace un poco mas de cuatro años comencé a trabajar en la empresa donde estoy, noté como detalle que, durante la mañana, me informaban acerca del menú para ese día, para poder optar por uno u otro plato.
Esto se repitió de ese lunes al jueves. El viernes no hubo nadie que viniese a decirme nada. Al llegar el momento del almuerzo, me enteré que en el ambiente petrolero, los viernes es día de asado. Casi, casi, por reglamento.
En el cbox que suelo frecuentar ya saben de esta costumbre y, dado que siempre les comento pero nunca les muestro, hoy decidí tomar un par de imágenes para colgar aquí.


Entraditas:
Salsas varias
Ciruelas con panceta o similar
Ajíes morrones
Jamón crudo
Jamón cocido
Pelotitas de queso, aceituna negra y pimienta
Pan artesanal


Parrilla. De izquierda a derecha:
Matambre a la pizza
Pollo
Chorizos/Morcillas
Vacío (no se aprecia por la baja calidad de la imagen)

No hay cordero porque no estamos en temporada. Qué se le va a hacer.
No le saqué fotos a las ensaladas ni a los postres.
Las fotos han sido colocadas a los efectos de dar un pantallazo de nuestra dieta correspondiente al día. Sé que este blog es visitado por distinguidas damas y educados caballeros, de modo que lo siguiente es simplemente de forma. En el caso que alguien quisiera vertir alguna desfavorable opinión sobre mi madre, habré de rogarle se abstenga. Ella no tiene nada que ver.
Buen provecho a todos.




viernes, marzo 09, 2007

Abuelos

Estaba hoy recordando algunas características de mis abuelos y, realmente, cuando uno hurguetea en su memoria vuelven muchas cosas queridas, creo que valió la pena el ejercicio.
Mis abuelos paternos eran Luis (Tuta) y Carmen (Gordi). Del Tuta es de quien menos recuerdos tengo, porque se me fue cuando yo tenía seis años. Tal vez por lo poco que lo disfruté es el motivo por el cual es intocable, y cuando descubro o me cuentan que alguna característica mía se le parece, me inflo de orgullo.
Era hincha de Boca, recuerdo haber visto en casa de los abuelos un llavero que el tenía y que decía algo así "25 de Mayo de 1975 Inauguración del nuevo estadio en la Ciudad Deportiva" haciendo referencia a un estadio que iba a construir el presidente de Boca Alberto J. Armando y que finalmente no se concretó. Jugaba al billar, alguna vez lo fuimos a buscar a un café y billares que estaba cerca de Boedo e Independencia, el taco del abuelo lo tiene mi papá.
En una de las últimas mudanzas que hizo mi abuela (él ya había fallecido hacía tiempo) abrió un cajón y me dió una cajita que contenía su brocha y su máquina de afeitar. Durante un tiempo lo tuve guardado y luego compré algunas hojas y estuve afeitándome con la máquina del abuelo. Antes de venirme para Río Grande le dí esa caja con su contenido a mi papá (porque a mí se me ocurrió correcto) y, para ser honesto, no se si hice lo que realmente quería.
Yo empecé a perder el cabello a los 18 años, él también. Y cuando alguien me consulta sobre el tema de mi calvicie, mi respuesta suele ser "si mi abuelo no tenía pelo ¿quien soy yo para andar con pelo por ahí?"
La abuela Carmen... ¿vieron la película Elsa y Fred, la de China Zorrilla? Bueno, ella se parecía al personaje de China. Barullera, te enloquecía con sus idas y vueltas. Tenían tres nietos (mis dos primos y yo). En unas vacaciones en Santa Teresita, estábamos todos juntos y un día en la playa, durante una sesión de fotos familiares, estábamos los tres nietos junto a la abuela. Quien sacaba la foto nos dice "abracen a la abuelita", y los tres, sin ponernos de acuerdo ni tener nada premeditado hicimos el ademán de estrangularla. Así salió la foto, que está en algún álbum en casa de mis viejos.
La casa que tenían y que recuerdo de chico estaba en Pedro Goyena al 100. Cuando hace unos años me enteré que la demolieron para construir en el terreno un edificio, sentí que una porción grande de mi infancia se había ido en esa demolición.
Mis abuelos maternos eran José (Pepe) y Elena. Vivían en Mar del Plata, de modo que los veía dos o tres veces por año.
Pepe no era el padre de mi mamá sino el esposo de la abuela, pero yo siempre lo conocí a él, de modo que oficialmente quedó establecido como el abuelo. Suboficial retirado de Gendarmería, sus anécdotas en la Fuerza eran variadas,
Fanático al extremo de River. Él fue uno de los fundadores de la filial Mar del Plata de River, conocía a los jugadores y para las fiestas solía recibir una tarjeta del presidente de River Aragón Cabrera, que exhibía con orgullo y colocaba en el centro de la mesa.
Si estábamos en Mar del Plata, acostumbrábamos ir a ver los partidos de River en las copas de verano. Como en otro momento mencioné, estuve junto con el en aquella victoria del millo 5-4 frente a la Selección de Polonia. También la noche cuando River no salió a la cancha a jugar contra Peñarol de Montevideo (cuando en el equipo uruguayo estaba el Potrillo Morena), por temas contractuales. El estadio lleno, Peñarol en el campo de juego y River en el hotel. El abuelo estuvo intratable por dos días.
Elena era una cocinera espectacular y sus hermanas también. Cuando en alguna festividad algunas de ellas se juntaban eran, por supuesto, las encargadas de la comida. Entonces se generaba una especie de "competencia" por ver quien hacía tal o cual cosa mejor. Los que nos encargábamos de hacer desaparecer la producción, agradecidos.
Ellos tenían una heladera con freezer de las primeras que habían salido, con el freezer al costado. Bueno, ni en la heladera ni en el freezer entraba nunca nada, tal era el volumen de comida que solía haber.
También preparaba licores con cualquier cosa, hay un licor de vino cuya receta rescató mi mamá que es espectacular.
Ninguno de los cuatro está en la actualidad. A veces me pregunto si les dediqué el suficiente tiempo. Si así no fue, sé perfectamente que no lo toman en cuenta.

lunes, marzo 05, 2007

In Memoriam

Disculparán la auto-propaganda, pero también en este blog quise volcar un recuerdo a Thomas Maldwyn Pryce, fallecido hace hoy treinta años durante el GP de Sudáfrica de 1977
Tom daba para más, pero la categoría en esos años era muy insegura.

martes, febrero 27, 2007

¡Clic!

A veces, como muy bien lo expresó laura en su post cuyo título procedo a plagiar, un clic genera un cambio. Un cambio que puede ser tan fugaz como el sonido que lo precede, o tal vez como una ficha que cae y descubre algo que hasta el momento anterior teníamos oculto u olvidado.
Hace un rato estaba tomando un café en la zona céntrica de la ciudad, leyendo “El club Dumas” de Pérez-Reverte y me distraje de la lectura recordando un proyecto de reforma de una vivienda que tengo un poco demorado, al no poder dedicarle el tiempo necesario por no disponer de la PC que quedó en mi anterior morada (si bien la voy a tener de nuevo, eso será cuando esté asentado en mi nueva vivienda).
En un momento cerré el libro y pensé para mi
¿Qué clase de profesional sos? ¿acaso no hiciste toda la carrera sin PC?
Siendo que cuando yo estudiaba el AutoCAD estaba en pañales y los cálculos de hormigón y estructuras varias se hacían con gráficos hechos a mano y calculadoras, todo se dibujaba manualmente.
¿Desde cuando necesitás una PC para hacer Arquitectura? ¡¡¡¡Arriba, vamos a trabajar!!!!
Fui hacia la librería y, primero busqué un block de hojas lisas. Ok, lo tenemos. Luego hacia el mostrador y una vez allí
Mostrame, por favor el lápiz mecánico de mina mas gruesa que tengas
Me acercan un Pilot con mina de Ø 4 mm. que al tocarla con el dedo índice me lo mancha con el grafito...
Ajá, mina blanda, por lo menos un 2B, perfecto para el trazo grueso y las primeras ideas
Recordé aquellos bocetos que hacía sentado en el bar de la facu, o en la calle tratando de ir puliendo el ángulo de la pespectiva y procurando que la figura humana se asemejara a la realidad.
Ese dedo (mi dedo) manchado con grafito me hacía Clic sobre cosas que tenía anestesiadas y que se quieren desperezar.
Cosas que en su momento me habían hecho sentir muy bien, ese cosquilleo de estar haciendo lo que a uno le gusta
Completo el combo con un escalímetro de bolsillo y una goma. Salgo de la librería y con la bolsa (que tengo a mi derecha) me vine hasta este ciber pensando
Le voy a contar a los bloggers
Todo, junto con un cuaderno de apuntes de obra, y otros lápices irá a una carpeta que voy a tener al alcance de la mano cada vez que surja una idea. Así me enseñaron a trabajar. Como esos escritores que siempre tienen cerca un anotador y un lápiz. Nunca se sabe cuando aparece la imagen que resuelve, la idea que cierra, o el ejemplo que aclara.
¿Recuerdan la película “El color del dinero” con Paul Newman y Tom Cruise en la que ambos son jugadores de billar?, bueno, cuando ellos se enfrentan sobre el paño, Newman anuncia algo así como Estoy de vuelta
Por supuesto que sigo con mi oficina en la empresa petrolera, pero vamos a buscar ese viejo cosquilleo que tenía adormecido por ahí.
Al menos desde lo profesional me siento de esa forma, aquí vamos

martes, febrero 20, 2007

Bloggear tiene sus privilegios

Ayer a la noche estuvimos chateando un rato con Caro.
La charla se inició comentándonos nuestras penas, ya que cada quien lleva lo suyo, y luego, derivando no recuerdo por que motivo, surgió el nombre de Sledge Hammer. Ahí empezamos a despacharnos con imágenes de la serie, diálogos, sus charlas con la Magnum, y de Sledge nos fuimos a Harry el Sucio (a todo esto Raul se había sumado a la charla), aparecieron los enlaces a videos de YouTube con clásicos de Harry. Luego de allí saltamos a Bruce Willis y sus Duro de Matar y a las tres de Indiana Jones.
En resumen, luego de iniciar depres, estuvimos los tres riéndonos un buen rato, compartiendo gustos y recuerdos.
En varios momentos, en el cbox de Araña, y también durante la semana pasada, también en un rato de chat con Pretexto, coincidíamos en que (como he volcado en un post añejo) Internet permite estas cosas, el comunicarse y conocer a quienes de otra forma, muy probablemente jamás tendríamos la menor noticia.
Y, realmente puedo decir mirando mis links y pensando en quienes están detrás de ellos, “lo que me hubiese perdido...”