miércoles, junio 24, 2009

Qué día, hermano...

Hoy, 24 de Junio, cumple 98 años el Mas Grande

Juan Manuel Fangio, el Chueco, Quíntuple Campeón Mundial de Fórmula Uno, haciendo ronronear a un Mercedes Benz W 196

Hoy, 24 de Junio, hace 74 años que el Invicto empezó a cantar cada día mejor

Carlos Gardel, el mudo, el zorzal criollo, el morocho del abasto, el aficionado

Y hoy, 24 de Junio, hace 19 años que tuve una de las alegrías deportivas mas grandes que recuerdo. Se trata de cuando eliminamos a los brasucas mugrientos del mundial '90. Qué manera de cortar clavos esa tarde... pero apareció el Diego repitiendo parte de la jugada del '86 contra los ingleses y dándosela al Cani para que la termine.




Ma' que pelos... el relato de Marcelo Araujo me pone hasta la médula de gallina

jueves, junio 18, 2009

¿A quién le importará...?

Ayer al mediodía estaba en el comedor de la empresa. En la televisión había finalizado el partido entre España e Irak por la Copa de las Confederaciones y veía las estadísticas que suelen mostrarse para ver la cantidad de:

- Goles
- Tiros libres
- Tiros de esquina
- Penales
- Posiciones adelantadas
- Tarjetas amarillas
- Tarjetas rojas
- Porcentaje de tenencia de la pelota
- Asistencias (¿que es? ¿la NBA esto, acaso?)
- Cantidad de pases bien hechos (esa es inverosímil...)

Y otras mas que no recuerdo. Me pregunto: salvo la primera mencionada, al verdadero hincha de fulbo, ¿le puede importar alguna otra? Y pasa por ser resultadista (justo ahora con el Globo y su tiqui tiqui) sino por realmente querer saber si a alguien le sirve de algo el dato que un equipo dió 286 pases buenos entre 332 posibles...

jueves, junio 11, 2009

Free pass

Ayer al volver de mi trabajo tenía que cumplir todavía con unos trámites, de modo que solicité al chofer del transporte que no me llevase a mi casa sino que me dejase en el centro de la ciudad.

Antes de completar mis asuntos decidí tomarme un cafecito en el bar de una estación de servicio. Estando allí se acerca una señorita quien me ofrece un pequeño papel y, sin repetir y sin soplar, dispara un

Hola! te dejo un free pass para el viernes en La Morena, vamos a elegir a la mejor cola Reef!

Perfecto, muy amable... fue mi sorprendida y protocolar respuesta.


Luego, viendo las características de la invitación, y preguntándome ¿por qué a mí? podía arribar a dos conclusiones

1) Tenían que terminar de entregarlas
2) No me veo tan viejo como creo

martes, junio 09, 2009

De que continente soooos...

Una de las cargadas que nosotros los quemeros, junto con hinchas de otros equipos, les dedicamos a los cuervos es cantarles

Ohhh
De que barrio sooos
Che cuervooo
Che cuervooo
De que barrio sooos...

Creo que durante la próxima Copa del Mundo a disputarse en Sudáfrica va a ocurrir algo parecido (pero a nivel planetario) porque esto apareció ayer en Yahoo, referido a las selecciones que ya han clasificado para el torneo

Asia
Australia, Japón y Corea del Sur tienen un pie en el Mundial. La plaza restante va a estar disputada por los Coreanos del Norte, los saudíes y quizás Irán. Hay una plaza extra de repechaje -una de esas decisiones de FIFA que nadie entiende- por la que pelearán potencias mundiales del fútbol como Nueva Zelanda, Bahrain o Qatar.

Oceanía
Sin acceso directo, el campeón de este grupo jugará el repechaje de Asia

Tal vez la FIFA o Yahoo tienen un planisferio diferente al que usaron para enseñarme a mi, o desde que estoy en el fin del mundo algo cambió y no me enteré.

Pero, Australia, ¿no quedaba en Oceanía?

lunes, junio 08, 2009

Sus anteojos

La siguiente historia la escuché hace bastante. No viene a cuento de nada, la recuerdo y quise postearla porque me gusta mucho. Que cada uno le encuentre el significado para sí.

Resulta ser que una persona muy buena había fallecido y fue al cielo. Grande fue su sorpresa cuando al llegar vio los portones abiertos y nadie esperando ni controlando nada.

Aguardó unos instantes en las puertas del cielo, hasta que se decidió a entrar. No hubo inconvenientes. Caminó por los senderos de aquel lugar celestial mirando hacia todos lados, maravillado por todo lo hermoso que observaba y sorprendido porque no había nadie a la vista.

Luego de un rato de caminar (sin problemas, porque en el cielo uno no se cansa) tuvo delante la Administración. Otra vez lo mismo, una construcción bellísima, puertas abiertas y nadie a la vista.

Lleno de curiosidad entró a la Administración, en el hall había una escalera por la que empezó a subir y a medida que lo hacía veía distintas oficinas, todas abiertas y vacías. La escalera seguía y el siguió ascendiendo hasta que, finalmente, llegó a un descanso con una única puerta que tenía un cartelito, en el que se leía Dios

Esa puerta también estaba abierta.

No pudo aguantar la tentación y entró en la oficina del Creador. Le impactó la austeridad. Unos estantes con libros, un armario, un escritorio con su correspondiente butaca. Junto al escritorio una ventana que daba hacia el mundo que él había dejado al fallecer, algunos papeles y sobre ellos un par de anteojos, eran los anteojos de Dios.

Se acercó a la ventana (abierta, como era de esperar) y observó. Le sorprendió lo cerca que se veía todo y que podía abarcar todo el planeta. Le parecía imposible, pero no lo era.

Durante su vida, él había sido un abogado muy respetado. Tuvo un estudio jurídico junto con su socio y se ganó la vida con su trabajo, recibiendo también el afecto de los demás. Al fallecer él su socio (amigo y persona de su absoluta confianza) quedó a cargo del estudio.

¿Como andará aquel...? pensaba, entonces miró hacia atrás y ahí estaban los anteojos de Dios sobre el escritorio.

Lo pensó, miró para los costados... acercó tímidamente la mano, los tomó y se los puso. Volvio a girar y miró por la ventana.

Con los anteojos del Señor podía ver el interior de los seres humanos, sus intenciones, sus corazones. Se sorprendió ante la maldad, el desdén, la falta de misericordia entre unos y otros. Había también quienes estaba llenos de compasión y en ellos podía también recrear la vista.

Recordó su pensamiento de hacía minutos y buscó con la mirada su antiguo estudio. Ahí estaba su socio trabajando.

Trabajando era una forma de decir, tenía delante un cliente y estaba a punto de hacerle firmar un contrato con el que lo iba a desplumar. Esto lo pudo ver porque tenía puesto los anteojos de Dios. Su socio y amigo, aquel con el que había hecho tanto y compartido tantas cosas era un estafador. Sintió la rabia que le crecía y no la podía detener, quería evitar que ese cliente firmase ese contrato que lo arruinaba. Vió fué hasta uno de los estantes, tomó un libro cualquiera, le apuntó al socio y se lo tiró.

Tenía puestos los anteojos de Dios... obviamente no le erró. El socio quedó tirado, desmayado por el impacto. El cliente rajó despavorido por ese libro que vino de la nada y pegó en la cabeza del abogado que tenía delante.

Empezaron las voces, los ruidos y los pasos. Se dió cuenta que estaban apareciendo los que él no había visto, sentía vergüenza por lo hecho. Se quería morir (pero ya estaba muerto) se quitó los anteojos y los volvió a dejar como los había encontrado. Ya no se podía escapar, así que decidió esconderse detrás del armario. En eso entró Dios a Su oficina.

Dios miró y lo vió (justo del Creador se quería esconder...) sonrió y le dijo simplemente Hola!

él: Hola, perdón yo llegué y no había nadie...

Dios: Ningún problema, es que habíamos salido a pasear un rato por el cielo y recién ahora volvimos

él: Empecé a subir porque no veía a nadie y no sabía que pasaba

Dios (ampliando la sonrisa): Está todo bien, en serio

él: Y llegué hasta su oficina y entré, no lo tome a mal

Dios: Al contrario, mi oficina está siempre abierta

él: Vi Sus anteojos... me los puse para mirar, y ví el corazón de los demás

Dios: Y no sabés cuanto me alegra... qué mas quisiera yo que comprendan lo que veo cada día y lo que trabajamos para que en el corazón humano haya mas amor. Hiciste muy bien.

él (lleno de vergüenza): Pero con Sus anteojos puestos, vi a mi socio que iba a cometer una estafa, me agarró una locura... no sabía que hacer, entonces agarré un libro y se lo tiré.

Dios lo miró, lo tomó del hombró y dejó que se desahogase. Luego como enseñanza agregó:

Bueno, ahí te equivocaste. Pero hagamos una cosa que te va a venir muy bien. En adelante si no tenés Mi corazón, entonces no te pongas Mis anteojos.

lunes, junio 01, 2009

A ese, pegale más fuerte...

Quien esto escribe gusta, y mucho, del boxeo.

Tengo recuerdos de la mayoría de los Campeones Mundiales que, de Monzón a esta parte, hemos tenido.

Por supuesto que los mejores recuerdos están en la década del '70 donde había solo dos asociaciones y nada mas que las ocho categorías clásicas (mosca, gallo, pluma, ligero, welter, mediano, mediopesado, pesado), de modo que el Campeón del Mundo era alguien que, efectivamente, les había ganado a todos, y al que costaba llegar como retador.

Durante esas épocas tuvimos, entre otros, a Víctor Emilio Galíndez. Campeón Mundial de categoría Mediopesado entre 1974 y 1978. Luego recuperó la corona y la volvió a perder en 1979

Entre todos los enfrentamientos de Galíndez hay dos que resultan especiales por todo lo que los rodeó, y fueron las dos peleas por el Título Mundial con Mike Rossman.

Galíndez tuvo problemas eternos con la balanza, de acuerdo con los comentarios de la época su sed y su afición a las gaseosas lo tenían bastante mal, entonces permanentemente estaba al límite de la categoría y, en alguna que otra ocasión, para dar el peso tuvo que entrenarse junto a una caldera, solo para perder agua y peso. Eso genera que también se pierdan energías y el boxeador sube al ring "vacío", como se dice en la jerga.

El 5 de Setiembre de 1978 en Nueva Orleans, para su decimotercera defensa del Título, Víctor enfrentó a Mike Rossman El bombardero judío. Un combate al que Galíndez llegó luchando primero contra la balanza y luego se comió una paliza sobre el ring. Rossman no era gran cosa, pero esa noche Víctor no podía ni con su sombra.

Se podría decir que ahí empezó un conflicto no entre dos boxeadores sino entre dos familias. Rossman hizo una defensa de su corona ante Vito Antuofermo, defensa en la que casi todos queríamos que ganará Mike, no porque nos fuera a caer simpático, sino porque queríamos la revancha. Que lo agarrase Galíndez. Y aquí entra en juego otra cosa.

Rossman El bombardero judío usaba una Estrella de David sobre su pantalón y esa exposición tan puntual de su condición de judío (como si no tuviese derecho...) exacerbó también el antisemitismo siempre latente.

La revancha se pactó para Febrero de 1979 en Las Vegas. Galíndez llegó con una preparación todavía peor que la anterior y entonces Lectoure (viejo zorro en estas lides) lo salvó con un recurso de último momento, que seguro ya tendría listo como plan B. Objetó la elección de los jueces para el combate y retiró a Galíndez minutos antes de que empezara la pelea, con el estadio lleno y la televisión del mundo esperando.

El 14 de Abril de 1979, nuevamente en Nueva Orleans, llegó la revancha. Nosotros contra el judío (el clima era ese). Víctor tenía una preparación como la de sus mejores tiempos y le ganó por nocaut técnico en el octavo round, cuando Rossman no salió a boxear aduciendo una lesión en la mano. Ya antes (creo que al finalizar el tercer round) se había armado una pelea entre familias cuando los boxeadores no escucharon la campana y se siguieron dando. A un hermano de Rossman se le ocurrió entrar para increpar a Galíndez... Víctor lo miró, lo midió y le metió un bife, se metieron todos a pegar primero y separar después.

Cuando en el comienzo del octavo Rossman no salió, ya había cobrado bastante. Y Galíndez corrió a gritarle que salga a pelear, lo tuvieron que agarrar entre varios, propios y ajenos.

Buena parte de los que gritábamos y festejábamos frente al televisor estábamos en la misma, no era un triunfo común. Estaba ese olorcito a podrido que genera la intolerancia y que, a veces cuando es uno quien lo exhala, uno mismo no lo siente.