jueves, marzo 29, 2007

Arco Iris


Una de las características de esta zona es que, al tener la posibilidad de abarcar mucha superficie con la mirada, si luego de una lluvia se genera el arco iris, en varias oportunidades no solo se observa el arco completo, sino que además pueden verse dos arcos concéntricos.
De chico solía incluir algún arco iris en los dibujos que hacía en la escuela. Recuerdo que me esmeraba en darle siete colores (aunque no fuesen los correctos ni estuviesen en el orden debido).
Antiguas leyendas afirman que allí donde el arco iris se posa sobre la superficie, marca la ubicación de un fabuloso tesoro. También, de acuerdo con la Escritura, el arco iris es la marca que puso Dios luego del diluvio, como señal de que no volvería a castigar al hombre por esa vía.


Esta foto es de hoy a la mañana, tomada en una pequeña instalación de la empresa, a unos 140 km de mi oficina. Si bien yo estaba en el medio del campo y tenía el cielo celeste encima mío, el arco iris señalaba que estaba al alguna parte lloviendo.
Probablemente si alguien estaba en ese instante bajo la lluvia, la vista le permitiría observar que a unos cuantos kilómetros estaba el cielo celeste.
No mas de treinta minutos después de tomada esta foto teníamos un aguacero que hacía flamear la camioneta mientras volvíamos por la Ruta 3, y ahora, al escribir estas líneas en mi oficina, nuevamente está soleado.
Vos, estimado/a bloggero/a que estás leyendo este divague ¿qué cielo tenés sobre tu cabeza? Independientemente de cual sea, y apelando a dos frase viejas y trilladas, todo cambia y siempre, pero siempre, que llovió paró.

jueves, marzo 22, 2007

Solo por hoy

Ayer, charlando unos instantes con Cyn, le comentaba que para hoy el menú consistía en una paella. Prometí una foto (cosa que hoy puntualmente me recordó). Pues bien, aquí está nuestra dieta del día.

En primer plano la protagonista de este post. Al fondo se observan unos arrolladitos que constituían la entrada y, sobre la derecha, esa tapa de madera oculta la parrilla que mañana será nuevamente utilizada a mansalva.




En esta oportunidad, sí le saque una foto a los postres. Por allí hay unos spaghettis de chocolate de los que me encargué personalmente.



Y por último, la foto está sin flash para que se pueda apreciar la vista. En esa mesa suelo almorzar. Detrás de la empalizada blanca hay un barranco, luego la playa (que no se advierte por la perspectiva) y al fondo se observa la Bahía San Sebastián.

Una vez mas, buen provecho a todos.

miércoles, marzo 21, 2007

Veinticinco años

Hace ya unos días que estaba pensando en unificar mis dos blogs, y que cuando se me ocurriese postear algo sobre automovilismo, hacerlo aquí. Hoy comienzo con esta metodología.

La pregunta puede ser: ¿Por qué hoy?

Vamos a la respuesta. Hoy hace veinticinco años se disputó el Gran Premio de Brasil de la temporada 1982 de la Fórmula Uno. Ésta fue la última competencia de Carlos Alberto Reutemann en esa categoría.




Ese día culminó una trayectoria que se había iniciado el 23 de enero de 1972, en el Gran Premio de Argentina. Muy pocos recuerdan que ese día, en su primera carrera, el Lole había hecho la pole position con un tiempazo de 1:12:46 y por consiguiente él, un debutante, relegó al Campeón del Mundo Jackie Stewart al segundo lugar y a acompañarlo en la primera fila de largada. Chupate esa mandarina.

La carrera del Lole abarcó 146 Grandes Premios, 45 podios y 12 triunfos, fue piloto de las escuderías mas importantes en su momento. Entre 1972 y 1976, piloto de Brabham. Desde fines de 1976 hasta 1978 sobre una Ferrari, durante 1979 para Lotus y finalmente entre 1980 y 1982 en un Williams.

El recuerdo que dejó el Lole en la máxima categoría del automovilismo es la de un piloto obsesionado por la perfección de su máquina. Un excelente tester, que colaboró en el desarrollo de todos los modelos que corrió.

¿Y qué recuerdo dejó en nosotros?

Qué querés con ese, si siempre sale segundo...

Y cuando ganaba:

Seguro que abandonaron todos los demás...

Nosotros, y nuestra bendita costumbre de menospreciar al compatriota. Nosotros, y el karma de que si no salís campeón nunca serviste para nada.

No importa que haya estado once temporadas en la máxima categoría del automovilismo. No importa que nunca, y reitero, nunca, sobre un monoplaza de relleno. No importa que lo haya hecho en los años que la Fórmula Uno mataba uno o dos pilotos por año.

No importa que, después de él, no tuvimos otro piloto argentino capaz de correr al máximo nivel.

Lo que importa es que no salió campeón.

Bueno, a mí no me importa. Yo lloré aquel sábado 17 de octubre de 1981 cuando perdió por un punto el campeonato frente a Nelson Piquet, y como lo he dicho en otro post, repito ahora:

Fui, soy y seré hincha del Lole.

viernes, marzo 16, 2007

El menú de los viernes

Cuando un lunes de hace un poco mas de cuatro años comencé a trabajar en la empresa donde estoy, noté como detalle que, durante la mañana, me informaban acerca del menú para ese día, para poder optar por uno u otro plato.
Esto se repitió de ese lunes al jueves. El viernes no hubo nadie que viniese a decirme nada. Al llegar el momento del almuerzo, me enteré que en el ambiente petrolero, los viernes es día de asado. Casi, casi, por reglamento.
En el cbox que suelo frecuentar ya saben de esta costumbre y, dado que siempre les comento pero nunca les muestro, hoy decidí tomar un par de imágenes para colgar aquí.


Entraditas:
Salsas varias
Ciruelas con panceta o similar
Ajíes morrones
Jamón crudo
Jamón cocido
Pelotitas de queso, aceituna negra y pimienta
Pan artesanal


Parrilla. De izquierda a derecha:
Matambre a la pizza
Pollo
Chorizos/Morcillas
Vacío (no se aprecia por la baja calidad de la imagen)

No hay cordero porque no estamos en temporada. Qué se le va a hacer.
No le saqué fotos a las ensaladas ni a los postres.
Las fotos han sido colocadas a los efectos de dar un pantallazo de nuestra dieta correspondiente al día. Sé que este blog es visitado por distinguidas damas y educados caballeros, de modo que lo siguiente es simplemente de forma. En el caso que alguien quisiera vertir alguna desfavorable opinión sobre mi madre, habré de rogarle se abstenga. Ella no tiene nada que ver.
Buen provecho a todos.




viernes, marzo 09, 2007

Abuelos

Estaba hoy recordando algunas características de mis abuelos y, realmente, cuando uno hurguetea en su memoria vuelven muchas cosas queridas, creo que valió la pena el ejercicio.
Mis abuelos paternos eran Luis (Tuta) y Carmen (Gordi). Del Tuta es de quien menos recuerdos tengo, porque se me fue cuando yo tenía seis años. Tal vez por lo poco que lo disfruté es el motivo por el cual es intocable, y cuando descubro o me cuentan que alguna característica mía se le parece, me inflo de orgullo.
Era hincha de Boca, recuerdo haber visto en casa de los abuelos un llavero que el tenía y que decía algo así "25 de Mayo de 1975 Inauguración del nuevo estadio en la Ciudad Deportiva" haciendo referencia a un estadio que iba a construir el presidente de Boca Alberto J. Armando y que finalmente no se concretó. Jugaba al billar, alguna vez lo fuimos a buscar a un café y billares que estaba cerca de Boedo e Independencia, el taco del abuelo lo tiene mi papá.
En una de las últimas mudanzas que hizo mi abuela (él ya había fallecido hacía tiempo) abrió un cajón y me dió una cajita que contenía su brocha y su máquina de afeitar. Durante un tiempo lo tuve guardado y luego compré algunas hojas y estuve afeitándome con la máquina del abuelo. Antes de venirme para Río Grande le dí esa caja con su contenido a mi papá (porque a mí se me ocurrió correcto) y, para ser honesto, no se si hice lo que realmente quería.
Yo empecé a perder el cabello a los 18 años, él también. Y cuando alguien me consulta sobre el tema de mi calvicie, mi respuesta suele ser "si mi abuelo no tenía pelo ¿quien soy yo para andar con pelo por ahí?"
La abuela Carmen... ¿vieron la película Elsa y Fred, la de China Zorrilla? Bueno, ella se parecía al personaje de China. Barullera, te enloquecía con sus idas y vueltas. Tenían tres nietos (mis dos primos y yo). En unas vacaciones en Santa Teresita, estábamos todos juntos y un día en la playa, durante una sesión de fotos familiares, estábamos los tres nietos junto a la abuela. Quien sacaba la foto nos dice "abracen a la abuelita", y los tres, sin ponernos de acuerdo ni tener nada premeditado hicimos el ademán de estrangularla. Así salió la foto, que está en algún álbum en casa de mis viejos.
La casa que tenían y que recuerdo de chico estaba en Pedro Goyena al 100. Cuando hace unos años me enteré que la demolieron para construir en el terreno un edificio, sentí que una porción grande de mi infancia se había ido en esa demolición.
Mis abuelos maternos eran José (Pepe) y Elena. Vivían en Mar del Plata, de modo que los veía dos o tres veces por año.
Pepe no era el padre de mi mamá sino el esposo de la abuela, pero yo siempre lo conocí a él, de modo que oficialmente quedó establecido como el abuelo. Suboficial retirado de Gendarmería, sus anécdotas en la Fuerza eran variadas,
Fanático al extremo de River. Él fue uno de los fundadores de la filial Mar del Plata de River, conocía a los jugadores y para las fiestas solía recibir una tarjeta del presidente de River Aragón Cabrera, que exhibía con orgullo y colocaba en el centro de la mesa.
Si estábamos en Mar del Plata, acostumbrábamos ir a ver los partidos de River en las copas de verano. Como en otro momento mencioné, estuve junto con el en aquella victoria del millo 5-4 frente a la Selección de Polonia. También la noche cuando River no salió a la cancha a jugar contra Peñarol de Montevideo (cuando en el equipo uruguayo estaba el Potrillo Morena), por temas contractuales. El estadio lleno, Peñarol en el campo de juego y River en el hotel. El abuelo estuvo intratable por dos días.
Elena era una cocinera espectacular y sus hermanas también. Cuando en alguna festividad algunas de ellas se juntaban eran, por supuesto, las encargadas de la comida. Entonces se generaba una especie de "competencia" por ver quien hacía tal o cual cosa mejor. Los que nos encargábamos de hacer desaparecer la producción, agradecidos.
Ellos tenían una heladera con freezer de las primeras que habían salido, con el freezer al costado. Bueno, ni en la heladera ni en el freezer entraba nunca nada, tal era el volumen de comida que solía haber.
También preparaba licores con cualquier cosa, hay un licor de vino cuya receta rescató mi mamá que es espectacular.
Ninguno de los cuatro está en la actualidad. A veces me pregunto si les dediqué el suficiente tiempo. Si así no fue, sé perfectamente que no lo toman en cuenta.

lunes, marzo 05, 2007

In Memoriam

Disculparán la auto-propaganda, pero también en este blog quise volcar un recuerdo a Thomas Maldwyn Pryce, fallecido hace hoy treinta años durante el GP de Sudáfrica de 1977
Tom daba para más, pero la categoría en esos años era muy insegura.