domingo, septiembre 02, 2007

Ser coreuta

Es una experiencia que, realmente, es recomendable.
Pero tiene un secreto que parece una obviedad, aunque resulta indispensable para poder hacerlo correctamente y formar parte del conjunto, porque en definitiva, de eso se trata un coro.
El coreuta tiene que aprender a cantar escuchando. Tiene que entender que no puede sobresalir ni esconderse, y ojo que no es fácil.
Yo empecé a cantar en coros en la Iglesia donde concurrimos, al principio me costaba bastante por un tema de timidez pero una vez en un ensayo, empecé a dejar de esconderme detrás de las voces que cantaban mejor y a desarrollar mi propio canto.
Hasta allí, todo en orden. Pero resulta que un sábado fuimos con algunos amigos a ver un recital de coros universitarios. Esa noche me encontré con un universo que realmente me encantó, pude escuchar y disfrutar otras variantes de aquello que yo ya previamente hacía.
Básicamente un coro está dividido en distintas voces (la denominación correcta es cuerdas) lo usual es que sean dos femeninas (sopranos y contraltos) y dos masculinas (tenores y bajos).
Dentro de las cuerdas femeninas, las sopranos llevan en la mayoría de los arreglos la melodía y son la voz mas aguda. Las contraltos son aquellas voces femeninas mas graves, acompañan con sus tonos a las sopranos y, si bien al escuchar la parte de ellas en solitario no representa gran cosa, cuando cantan ambas voces juntas se puede apreciar el complemento.
En cuanto a nosotros, los tenores tienen a su cargo los tonos mas altos y los bajos son las voces masculinas mas graves. Quienes me han enseñado siempre me dijeron que el bajo es la "base" del arreglo coral, si falta el sonido grave falta el piso.
Yo tengo voz de bajo, y aquella noche, escuchando a los coros universitarios (todos de pocos integrantes) me quedé enloquecido con esos bajos que martillaban sus tonos en negro spirituals, zambas, piezas del renacimiento, chacareras y tangos. Pero lo fundamental, era que estaba disfrutando de un conjunto, lo escuchaba y podía irme con el oído a cada cuerda, prestando atención a aquello que cantaba cada uno. Justamente porque ellos se escuchaban entre sí.
Al año siguiente empecé la facultad. Una de las primeras cosas que hice fue averiguar donde y cuando ensayaba el coro para intentar anotarme. Hablé con el director, Maestro Gustavo Giménez, y me probaron. Luego fueron dos años con ellos que disfruté, aprendí, participé de varios conciertos (conociendo otros coros) y tuve el orgullo de que cada vez que el Coro FADU (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo) estuvo, allí estuve también. Como simple detalle, recuerdo que en un recital que dimos en el Jockey Club de Junín, nos convidaron algo de comer cuando llegamos y en ese lugar probé el mejor jamón crudo que yo recuerde.
Pero, como en todas las cosas, hay que tener tiempo para dedicarle y no faltar el respeto a quienes también los hacen. Cuando ya no pude hacerlo mas como yo quería, lo dejé de lado hasta una nueva ocasión. Pasaron muchos años, y cuando vinimos a Tierra del Fuego, el Coro de la UTN también sirvió para despuntar el vicio.
Hoy en día no puedo dejar intentar cantar las partes de bajo en cualquier cosa que esté escuchando. Si estoy con Les Luthiers (cuyo bajo Jorge Maronna es un es-pec-tá-cu-lo) focalizo en lo que él canta y lo copio mientras escucho, por ejemplo, esa brevísima belleza que es el himno de la Universidad de Wildstone. En mi anterior oficina, solía colocar al Grupo Vocal Argentino, o a los Huanca Hua y (bajito, para no molestar) cantar una y otra vez sus interpretaciones.
Por eso es que el verdadero coreuta escucha, se ubica y canta. De esa forma la unidad de las cuerdas logra conformar un todo en la obra coral. Como ejemplo contrario, cuando cantan juntos los tenores líricos (Domingo, Carreras, Pavarotti) podrán sonar bien, de hecho lo hacen, pero no son un conjunto. Se reducen a tres solistas cantando juntos.
El ideal (desde lo sonoro) que yo tengo es un cuarteto de voces masculinas. Si alguna vez puedo participar de algo así... que bueno sería.
Saludos a todos

11 comentarios:

Dalma dijo...

Te envidio.
Yo no puedo cantar ni en la ducha.

Auque si, he cantado las cuarenta mas de una vez. ;)

Chiru dijo...

qué bueno!!!

un cuarteto... como lo que fué Zupay por ejemplo? (a mi me gustaban muchísimo)

(off topic: che, entre nos... me podrías mandar tu versión de Cambalache no? :þ )

ani. dijo...

Bueno, bueno. Coincidimos en una cosa más. Yo canté desde siempre en coros y conjuntos, ya de adolescente en el Colegium Musicum (yo era mezzo, y ahora casi casi, contralto, los años te agravan), es una de mis actividades perdidas con el paso del tiempo. Es verdad lo que decís, cantar en un coro no es cantar en montón. Y es toda una experiencia.

Araña Patagonica dijo...

Cuando era chica también cantaba en el coro de la escuela y tenía buena voz, por cierto.. después, el cigarrillo hizo estragos..
Cuando llegué a la parte de las comparaciones y leí Les Luthier, no pude (yo que conozco tu voz) dejar de imaginar a Marona.. jajajaj..

Un beso

Ju dijo...

Desde el 5º hasta el 7º de la primaria participé del coro. Ahora solo canto las canciones de cuna para mis chicos. Cada vez me sorprendes más... nunca te hubiese imaginado cantando, aunque con esa voz...

Ana dijo...

Dicen que es una experiencia muy buena y des-estresante. ¿Ahora seguís participando del coro de Tierra del Fuego?.

r.- el corre ambulancias dijo...

ni siquiera sabia que es un coreuta, asi que imaginen como canto

informo que en junin, el fiambre es sencillamente orgasmico

Chiara Boston dijo...

Hurri, realmente sos una caja de pandora. Es interesantísimo lo que escribís. El coro es una representación más de la convivencia humana: hay que saber ocupar un lugar, sin esconderse ni intentar sobresalir mal. Y si bien el todo es importante, cada voz ha de ser única e identificable.
Mi experiencia en este rubro data de muchos años...pero recuerdo haberla disfrutado mucho. (Con ustedes, el coro Perosi de Ituzaingó!!!)

Luciano dijo...

Pero todos en un coro tienen que ser afinados o se puede disimular un poco la bestialidad innata?

Hurricane dijo...

dalma: Jejeje, y para eso no hace falta afinación.

chirusa: Siii, ídolos los de Zupay. también por ejemplo Opus Cuatro. Lo del tango lo pensé, para ser sincero, pero no tengo como grabarlo.

ani.: Que grande esa coreuta! yo alguna vez voy despuntar el vicio de vuelta, también quiero volver a cantar.

araña: Si, te habrás reído comparándolo, porque Maronna es un groso. Ojo que el cigarrillo afecta a la posibilidad de la respiración, pero a las cuerdas (si bien hace su efecto) no las daña tanto.

ju: A la edad que mencionás todavía no está desarrollada la voz, sería interesante saber cual es tu registro en la actualidad. A tus chicos les debe gustar.

ana: No, fue durante un año cuando recién vinimos. Hace ya cinco años que no canto en coros.

r.-: Doy fé de lo que decís, fijate vos que fue solo una vez que probé el fiambre juninense y jamás me olvidé

laurabaires: Lo que mencionás de la convivencia es fundamental, porque hay que saber también esperar a la cuerda que no le acierta en su parte, o al que no da pie con bola. Y (porque nó) no creérsela cuando todo nos sale bien

luciano: En lo posible tiene que haber una afinación , porque también puede pasar que alguien que desafina haga perder a otro. En coros de muchos integrantes y donde tal vez la expresión musical no es lo mas importante, puede haber alguno que desafine.

Irantzu dijo...

Qué bonito... Una amiga cantaba en el colegio en un coro, iban a competencias y todo, le encantaba...
Cantar es muy bonito, yo lo hago pésimo, tengo buen oído (no toco piano, pero tecleando puedo armar una melodía) pero mala voz...
Canto porque me gusta, pero a veces desafino de lo lindo!