Hace pocos días terminé de leer Sueños y Discursos un breve libro de don Francisco de Quevedo y Villegas.
Yo no sabía que en la antigüedad se emitían notas que “autorizaban” por así decirlo la publicación de tal o cual libro. Estas notas versificadas están insertas como pequeños prólogos en el libro, y hubo en especial una, que me provocó una piel de gallina que me debe haber durado, sin exagerar, unos diez minutos.
De doña Violante Misevea, soneto a todo lector de estos sueños en defensa y alabanza del autor
Hola, lector, cualquiera que tú seas,
Si aquestos Sueños a leer llegares
Y de la vez primera te enfadares,
Segunda, por tu vida, no los leas.
Si te tocan y acaso los afeas
Con que sueños son sueños, no repares,
Que si como aquestos son los que soñares
No pecarás, a fe, aunque en sueños creas.
Pero si no te tocan, ve volando
Y di a todas las gentes que los gusten,
Que el premio es flor que esconde un basilisco,
Y que no murmuren más de de don Francisco,
Ignorantes, ni es bien que a él se ajusten:
Durmiendo sabe él más que otros velando.
Sueños y Discursos fue publicado en 1627, y esta señora, Violante Misevea (quienquiera que haya sido) al hablarle a ese lector me estaba hablando a mí. En ese momento era como si la escuchara y no podía contener la sonrisa, sospechando lo que disfrutaría ese libro.
De modo que, como ella recomendó, no puedo hacer menos que ir volando, y decir a todas las gentes que los gusten.
Y a usted, doña Violante, bueno es decirle que trescientos ochenta años después de haber escrito esas líneas, buena sigue siendo para recomendar literatura.
Yo no sabía que en la antigüedad se emitían notas que “autorizaban” por así decirlo la publicación de tal o cual libro. Estas notas versificadas están insertas como pequeños prólogos en el libro, y hubo en especial una, que me provocó una piel de gallina que me debe haber durado, sin exagerar, unos diez minutos.
De doña Violante Misevea, soneto a todo lector de estos sueños en defensa y alabanza del autor
Hola, lector, cualquiera que tú seas,
Si aquestos Sueños a leer llegares
Y de la vez primera te enfadares,
Segunda, por tu vida, no los leas.
Si te tocan y acaso los afeas
Con que sueños son sueños, no repares,
Que si como aquestos son los que soñares
No pecarás, a fe, aunque en sueños creas.
Pero si no te tocan, ve volando
Y di a todas las gentes que los gusten,
Que el premio es flor que esconde un basilisco,
Y que no murmuren más de de don Francisco,
Ignorantes, ni es bien que a él se ajusten:
Durmiendo sabe él más que otros velando.
Sueños y Discursos fue publicado en 1627, y esta señora, Violante Misevea (quienquiera que haya sido) al hablarle a ese lector me estaba hablando a mí. En ese momento era como si la escuchara y no podía contener la sonrisa, sospechando lo que disfrutaría ese libro.
De modo que, como ella recomendó, no puedo hacer menos que ir volando, y decir a todas las gentes que los gusten.
Y a usted, doña Violante, bueno es decirle que trescientos ochenta años después de haber escrito esas líneas, buena sigue siendo para recomendar literatura.
Saludos
9 comentarios:
Durmiendo sabes vos más que otros velando...
Porque sabés disfrutar de estas cosas y sabés transmitirlas muy bien.
Qué lindas son las letras!!! Qué bella es la comunicación humana a través del tiempo y la distancia.
Supongo que forma parte de la magia de la lectura, cuando se siente que el escritor le está hablando justamente a uno en el momento preciso, diciendo las palabras que necesita escuchar, a través del tiempo...
Me gustó.
Saludos!
Hay personas que tienen ese don de dar, y que despues de siglos hoy lo recibiera yo.
hola, don hurricane, cuando leyó eso ¿sintió ganas de correr a mostrárselo a alguien, o quiso guardárselo para usted? a que adivino que fue lo segundo...esa desesperación por compartir lo que un buen libro nos hace sentir, es lo que hace a la literatura la más generosa de las artes. (yo a veces me pongo de pesada insistiendo!!! pero no aflojo!!!)
Como me gusta ese estilo florido. Que pena no poder expresarme asi.
"Durmiendo sabe él más que otros velando"
Los libros son maquinas del tiempo.
Quevedo es lejos uno de mis favoritos. Díficil de entender su barroco conceptista, pero una vez desgranado es pura maravilla. Fue además un hombre perseguido, no era el poeta de los primados. Te recitaría cualquiera de sus poemas....pero te dejo un fragmento de uno de mis favoritos
Ayer se fué, mañana no ha llegado,
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fué, y un seré y un es cansado.
En el hoy, y mañana, y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Tiene tanto y es tan rico, gracias, gracias por traerlo.
el fue sin tilde!
laura: Las letras son capaces de generar vínculos que serían imposibles (además de tantos vículos como lectores tengan)
ani.: Era esa la sensación, la de pensar que esas líneas me estaban dedicadas.
r m: Por eso siguen siendo tan grandes.
flavia: Bienvenida!! El deseo de compartir la literatura es parecido al de dar un regalo, uno se imagina la cara del otro al recibirlo.
luciano: Seguro, verdaderas máquinas y que nos traen todo cuando se les pudieron volcar.
peregrina: Qué lindo fragmento el que citaste! Cierto que hay que prestarle mucha mas a tención, y pareciera que en cada relectura se le encuentra un nuevo detalle.
Es genial encontrarse con esas cosas. Y si algo que uno lee, le provoca piel de gallina, pues entonces es fasinante.
Parece mentira que hayan pasado tanto pero tantos años.
Muy lindo por cierto,
un cariño y buen fin de semana.
Lucy.-
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