lunes, diciembre 22, 2008

A treinta años

En esta zona sigue existiendo un cierto recelo mutuo, y seguro que lo habrá por una generación mas.

Recuerdo los "ejercicios de oscurecimiento" que se realizaban hace treinta años en Capital, había que apagar todo, o al menos tapar bien las ventanas y que desde el aire no se divisaran luces.

Crecí con el mensaje que los chilenos fueron usurpando palmo a palmo lo que hoy es su territorio. Nosotros, Bolivia y Perú habíamos sido sus víctimas.

Todo estaba listo para que en la noche del 21 al 22 de diciembre de 1978 nuestras tropas ocupasen las islas en disputa. El diferendo por las islas Lennox, Picton y Nueva había sido sometido en 1971 al laudo arbitral de Su Majestad, la Reina Isabel II de Gran Bretaña (justo a los ingleses, somos unos vivos...). En 1977 resultó, obviamente, en contra nuestra y luego de un tiempo lo declaramos unilateralmente nulo.

En esos tiempos tanto en Chile como en Argentina los gobiernos eran de facto, la propaganda era belicista y el conflicto armado era la única salida viable.

Pero llegó la mediación del Papa, quien envió al Cardenal Samoré, y ambas partes aceptaron esta posibilidad, que después de muchas vueltas derivó en el tratado de paz y amistad de 1984.

Todo parece historia lisa y sencilla. Pero estábamos incluidos. Una noche iba con mis viejos y, por la zona de Floresta las barreras estaban bajas. Pasaba un tren que estaba llevando soldados, colimbas que sacaban medio cuerpo por las ventanillas y saludaban a la gente. Desde todos los autos empezaron a los bocinazos, a saludar a esos chicos que estaban yendo al frente, si todo continuaba como estaba previsto muchos de ellos iban a morir en el sur.

Hay una película chilena llamada Mi mejor enemigo, que retrata en tono de comedia dramática esos días, y diría que la conclusión y escena final del filme es válida para los muchachos de ambas partes. La recomiendo.

Por estos pagos todavía se recuerda que durante el conflicto de Malvinas, desde bases chilenas se alertaba a las islas sobre los despegues desde Río Grande de los aviones argentinos. La Ruta Nacional 3 tiene dos tramos de mil metros, uno al sur y otro al norte de Río Grande, que fueron ensanchados y dotados de cabeceras para ser utilizados como aeropuertos en el caso que el de Río Grande fuese bombardeado. Yo paso cada día por uno de estos puntos al ir y venir de mi trabajo.

En ese poema de Borges que habla de aquellos jóvenes que quedaron en el suelo de Malvinas (Juan López y John Ward) habla de aquella división, cara a los cartógrafos y que auspiciaba las guerras. En esa división pensé hace unos cuatro años, una mañana que por mi trabajo tuve que ir con mi jefe a una instalación que había que posicionar en un plano. La imagen era muy sencilla, un campo enorme y vasto, la vista ofrecía horizonte por todos lados, un alambrado típico de cuatro hilos y no mas de un metro de alto, igualito a los que se ven a la vera de las rutas, la instalación era unos caños que surgían del suelo, pasaban por encima del alambrado y se volvían a enterrar en el campo. Algunos puntos de medición de presión, una tarima metálica con su correspondiente escalera para pasar de un lado al otro, y no mucho mas. Estábamos mi jefe y yo como únicos dos en varios kilómetros a la redonda.

Yo: Carlos, ¿por qué los caños cambian de color al pasar sobre el alambrado?
Boss: Porque del otro lado del alambrado es Chile
Yo (incrédulo): ¿Me vas a decir que este alambradito de mierda es el límite con Chile?
Boss: En este punto, si

El pasto y los arbustos eran exactamente los mismos de un lado y del otro, las aves que nos sobrevolaban iban y venían de una nación a otra. Claro, no lo sabían. Pensar que estuvimos a punto de reventarnos a tiros. Para los gobernantes de ambas partes era lo único posible. Pasó bastante tiempo pero todavía no el suficiente. Alguna vez, espero, los Andes van a ser la línea que nos una y no el muro que nos separe.

6 comentarios:

Zeb dijo...

Y en última instancia...para qué quería el gobierno esas tierras? para poder venderselas a benetton como gobiernos posteriores hicieron con vastos territorios??

Café (con tostadas) dijo...

Es que para los que hacen guerras no son Juan y John.

El problema es que, en el mundo, seguimos dejando que tengan el mango de la sartén personas que no saben nada de nombres propios pero creen que la tienen clara porque manejan números.

Ahora sí, qué cosa seria con estos argentinos que somos que un día hablamos de solidaridad latinoamericana y al otro volvemos con los chilenos informando a los ingleses!

GABU dijo...

CHILE... CHILENOS...
Se han tirado tanta fama (cierta o no),encima que se dificulta en la era de la civilizaciòn por demàs cibernètica seguir pensando que mientras nosotros dormimos ellos corren milimètricamente ese alambradito,no??

P.D.:Descreo tanto tanto HURRI de los tratados diplomàticos,que firma de acà que firma de allà para que tal vez algùn dìa haya que padecer a algùn loco que se cague en todo y mucho màs!!

El vil metal cambia firmas,mentes,personas,etc...
Lamento ser tan descreìda,pero en algunos casos no quiero dar màs espacio a la utopìa...

BESOPS

Hurricane dijo...

zeb: Y... mirá, las ex-tierras de Benetton ahora pertenecen en su mayoría a Kirschnerland.

café: Me hiciste acordar a un filósofo/estadista que decía (palabras mas o menos) que las guerras eran la forma de mantener la cantidad justa de gente en el planeta... ya voy a ver quien era.

gabu: Los tratados diplomáticos siempre consistieron en dejar una o las dos partes disconformes, me acuerdo que en el '84 solo se evitó la guerra, pero tanto acá como en Chile había descontento. Otros para vos.

Pitoti2 dijo...

Como mendocino, viví el conflicto con Chile de una forma muy personal, siendo mi viejo reservista del ejército.
Pero más allá de ello, con Chile hay muchos más diferencias que con otros estados vecinos, quizás por la longitud y tipo de fronteras, pero lo cierto es que se genera una tirantez mayor que con lo de Botnia.
Lamentablemente mucha gente se hace eco de intereses mezquinos de los que ostentan el poder económico, sin pensar en ello, solo convencidos por la propaganda y son los que salen a gritar a las calles u opinan en los medios sin un ápice de meditación.
Es cierto lo que decís, tanto como utópico. Gracias a Dios seguimos habiendo quienes creemos en las utopías.

Minombresabeahierba dijo...

Recuerdo en 1981, acampando en la bahia de Lapataia, uno caminaba por ahi y era Chile o Argentina, ya que ni alambradito había...solo conejos en el bosque de noche...

Lo curioso respecto a grandes extensiones de tierra en Argentina, pongamos de 10.0000 a 100.000 has las de extranjeros estan produciendo todas con empleo para la gente y las que pertenecen a las familias "tradicionales argentinas" la mitad semiabandonadas, mal producidas y con explotacion al peon.

un abrazo