Ante todo, definamos en qué consiste el concepto de "mente en blanco". A mí me recuerda esos experimentos que se hacían pintando un disco de cartulina con los colores del arco iris, y que al hacerlo girar a gran velocidad los colores se mezclaban visualmente, generando una superficie clara. Cuanto mas rápido giraba el disco, mas claro se veía, con tendencia a quedar de color blanco.
Esa es la idea que tengo, que hay momentos en los que, por algún motivo determinado que lo estimula, podemos olvidarnos de toda esa mezcla de pensamientos, sensaciones, etc. y quedar "en blanco".
Yo tengo tres momento en los cuales quedo así, que tienen que ver con situaciones que me resultan plancenteras y que, vaya uno a saber por qué, me dejan colgado de una nube.
- Preparar un asado: El acto de preparar los bollos de papel de diario, armar la estructura de maderas, colocarle el carbón (o mejor el quebracho) prender el fuego, apantallarlo (o si tengo cerca un tomacorriente, avivarlo con un secador de pelo), en fin, toda la ceremonia que conlleva. Por supuesto que no me puede faltar la radio junto a la parrilla.
- Lavar los platos: Si, leyeron bien. Coloco la radio sobre la mesada, y empiezo a lavar. Cuanto más platos, vasos, cubiertos y demas trastos, tanto mejor.
- Viajar en colectivo (sentado y al fondo): Esta es otra actividad que me abstrae de todo lo demás. Muchas veces, cuando estudiaba en la facu, subía al 160 en Ciudad Universitaria, me sentaba al fondo y, cuando legaba el momento de bajarme en la zona de Boedo, recién allí me daba cuenta que los pasajeron con quienes compartía el viaje eran otros, y sabe Dios cuando habrán reemplazado a los primeros.
1 comentario:
Me avisabas antes y yo te dejaba los platos de cuando vinieron a cenar todas mis amigas!! jajaj
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