Se han dado muchos ejemplos para intentar darle una imagen a la vida, uno de ellos es la rueda, como intentando graficar que las cosas van y vienen.
Al concluir el año pasado recordaba el ejemplo de la marea, que acerca a la playa aquello que guarda el mar. No me quiero hacer el filósofo (nadie menos indicado) pero imagino al mar como nuestra vida y a la playa como nosotros mismos.
La marea del 2009 me trajo renovación, ganas, esperanza, deseos de algo nuevo, también propósitos y concreciones. Hasta me animo a afirmar que la marea de este año modificó mi línea costera, que había permanecido inalterable por cuarenta y dos años.
Si al 2007 lo había mandado bien a la mierda (sic), al 2008 lo despedí con expectativas, entonces con el 2009 puedo sentarme a charlar, reir y a tomar unas pintas de cerveza negra, como dos buenos amigos.
Buen 2010 para todos.