viernes, mayo 22, 2009
Vuelto a nacer
jueves, mayo 14, 2009
Ente
El año pasado mencioné algo sobre el tema. Ahora recibí esto de una amiga donde la aclaración es mucho mejor y mas profunda. No me extrañaría que, desde el gobierno, en el caso de conocer estos datos acusen a la Real Academia Española de golpista, de querer retrotraernos a la etapa mas negra de nuestro pais, de intentar que volvamos al 2001, de buscar reinstaurar el Virreynato y todas esas pavadas que dicen ante una simple opinión contraria.
En español existen los participios activos como derivados verbales.
El participio activo del verbo atacar, es atacante,
el de sufrir, es sufriente,
el de cantar, es cantante,
el de existir, existente.
¿Cuál es el participio activo del verbo ser?
El participio activo del verbo ser, es "ente".
El que es, el ente. Tiene entidad.
Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad para ejercer la acción que expresa un verbo, se agrega al final de su raíz la terminación "ente".
Por lo tanto, a la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, independiente del sexo que tenga.
Se dice capilla ardiente, no ardienta.
Se dice estudiante, no estudianta.
Se dice adolescente, no adolescenta.
Se dice paciente, no pacienta.
Pasa el mensaje a todas las inocentes personas que, correctamente, la llaman "Presidente" porque todavía creen que tiene la capacidad para realizar la acción que denota el verbo.
Un buen ejemplo de lo mismo :
"La presidenta era una estudianta adolescenta, sufrienta y poco pacienta, que quería ser eleganta, para que la nombraran representanta y además llegar a ser integranta independienta de la asamblea constituyenta. Ahora es la presidenta existenta en la Argentina.
Pero un día llegará en que la veremos sonrienta en una capilla ardienta por ahora inexistenta.
¡Qué mal suena, Presidenta, política dirigenta, que se ponga tan violenta con el pobre castellano, para quedarse contenta!"
La explicación está muy detallada y es interesante aunque, como en muchos otros casos, quienes defienden el uso correcto tanto del lenguaje como de lo que sea no la necesitaban, y quienes siguen con la mentalidad penosa y retrógrada de "es la hora que Su Majestad desee" no la comprendan.