Los miércoles de 22:15 a 23:00 se emite por Canal 7 el programa de Felipe Pigna. Sinceramente espero que tenga la recepción que merece, y que su rating no se mida en nanopuntos.
Por lo menos, en los últimos programas la pauta publicitaria del programa tiene mas avisos, significa que está resultando de interés para anunciar en él. Si a vos, visitante esporádico o lector concurrente de este espacio, te gusta la Historia y querés regodearte escuchando a alguien que sabe mucho (pero mucho en serio) dedicale (y dedicate) esos 45 minutos semanales y hacele el aguante al programa.
Desde este lugar, procedo a poner una invitación con un link aquí al costado, para que todo aquel que ingrese la vea.
La Historia nos ayuda a comprender por qué hacemos lo que hacemos, de quién lo aprendimos, y cómo lo repetimos. El conocimiento permite, llegado el caso, modificar costumbres.
Pero supongamos que no queremos modificar nada, que estamos totalmente conformes y que no nos planteamos nada. Eso suele pasar cuando tenemos una sola versión de la Historia, la oficial, la acartonada que aprendimos en la primaria, la del 25 de mayo con paraguas y la del General Belgrano creando la bandera luego de la observación del cielo (menos mal que no lo vió un día nublado, o nuestra celeste y blanca sería gris).
Cuando estaba en la facu, en una de las primeras clases de Historia el docente hizo juntar varias mesas y que nos sentásemos en derredor. Luego fue recorriéndonos con la mirada y pidiéndonos algunas cosas para colocarlas todas juntas en el centro de esa mesa larga (una lata de gaseosa, una bufanda, un grabador, una cartuchera, etc.) y la consigna consistió en que describiéramos con nuestras palabras lo que veíamos.
Vamos a suponer que éramos veinte en uno de los grupos que estábamos haciendo eso. Al finalizar se leyeron las descripciones, y las veinte eran diferentes. Algunas, incluso, opuestas entre sí.
La conclusión del docente fue: Si nosotros veinte no pudimos ponernos de acuerdo y ver lo mismo en algo que estábamos observando todos juntos y al mismo tiempo, no vayamos a pensar que podemos saber exáctamante qué pasó en la Historia antigua.
Y eso es, para mí, lo que tiene de apasionante la Historia, que tiene tantas fuentes como tendencias y observadores, y que siempre se puede extraer algo de cualquiera, aun de aquel que nos resulta repulsivo a nuestros intereses o formas de pensar. (No es este último el caso de Felipe, que es un capo)
Saludos a todos