El fin de semana que pasó me tocó ser parte de los despelotes que se están generando en los distintos aeropuertos de nuestro amado país.
El sábado mis niñas volaban hacia Capital desde el aeropuerto de Ushuaia, a encontrarse con su madre y luego viajar a la costa. Por precaución y sabiendo todo lo que pasaba, el viernes llamé a mi agente de viajes para consultar si estaba todo en orden, me encuentro que el vuelo de LAN que debían tomar las nenas aparentemente se iba a cancelar, pero que trataba de ubicarlas en otro vuelo para que volasen ese mismo día. Luego de otros llamados para ver como seguía el tema, me confirma que para el día sábado era imposible, pero que podían viajar en el LAN de las 14:00 del domingo.
A todo esto llamando a la madre de las chicas, porque ella tenía que (si podía) también cambiar los pasajes de micro...
En definitiva, quedamos para el domingo, todo solucionado.
A las 8:00 nos pasó a buscar el transporte que nos llevaba a Ushuaia, son 225 km magníficos cruzando la cordillera y bordeando lagos. Cuando uno ya lo ha hecho varias veces ya no se sorprende tanto, pero para quien no lo conoce, es una experiencia espectacular por los paisajes que se observan.
Por supuesto que durante el viaje no hay señal para los celulares, así que recién cuando estábamos entrando a Ushuaia suena el mío.
El teléfono que observaba en la pantalla era el de mi agente. Cagamos... pensé.
Yo -Hola, ¿como estás?
El -Mal, me equivoqué el horario de tu vuelo, LAN ya despegó
Yo -...
Yo -...
Yo -Ok, estoy entrando a Ushuaia y estoy con mis hijas que tienen que viajar mañana a la costa, decime vos que hago
El -Las acomodo en el vuelo de Aerolíneas de las 12:50, no te preocupes que hoy vuelan. El problema es que yo desde acá no tengo como emitir boletos. Fijate si los podés pagar allí y yo te devuelvo la plata.
Yo -Ok, vamos directo para el aeropuerto
Cuando llegamos... había cualquier cantidad de gente, y al ser Ushuaia un polo turístico, de las mas diversas nacionalidades.
Suena el celular (11:00 mas o menos)
El -¿Todo en orden?
Yo -No, pero ya estamos haciendo la fila ¿allí consulto por los boletos?
El -No, fijate enfrente de donde estás haciendo la fila, está la caja de Aerolíneas, allí los comprás
Yo -Está cerrada
El -No puede ser
Yo -La estoy mirando, está cerrada
El -Bueno, entonces en la fila de check-in que estás haciendo te van a informar. Seguimos en contacto
Luego de un muy largo rato, abrieron esa caja, dejé a las nenas haciendo la otra fila y me fui. Ya se había juntado gente, de modo que estábamos haciendo otra cola mas. Cuando llego por fin, el vuelo de las 12:50 ya se había ido si es que alguna vez existió. Mientras tanto yo hablaba con el agente y me decía otros vuelos donde podían viajar las nenas.
Había un inconveniente, mis pasajes de LAN se habían perdido al perder el vuelo y yo tenía que sacar otros pasajes en Aerolíneas. Eso hacía que me tuvieran que poner en lista de espera junto con los millones de personas que habían en el aeropuerto. Mientras estoy llegando hasta quien atendía en caja veo que una señorita se acerca a él y miran juntos la pantalla, señala algo y escucho que menciona mi apellido. Me acerqué por un costado, y le digo que si hablaba de esas pasajeras, yo soy el padre. Me explica esta señorita que la agencia estaba tomando reservas en distintos vuelos, algunos de los cuales ni se sabían si iban a ser cancelados o nó y que eso generaba un inconveniente, etc, etc. Lo que se podía hacer era emitir un pasaje abierto y colocarme en una lista de espera. Lo mas esperanzador que obtuve fue un esperamos que puedan viajar hoy
Una de las chicas salió de la fila y me avisó que ya estaban por llegar al mostrador de check-in. Le dije que cuando llegue, empiecen a dejar pasar a otros así mantenían su lugar. Luego de mas de dos horas de haber llegado al aeropuerto, tenía mis boletos en mano y llegué hasta donde estaban las nenas. Tomé las valijas y fuimos al mostrador, dado que ellas estaban primeras. Algún gringo puso cara de sorpresa al ver que aparecí de la nada y llevé a las chicas y sus valijas directo al mostrador, pero no es mi culpa (y a esas alturas, tampoco me importaba).
Llegamos por fin al check-in
Yo -Dos pasajeras para el 1892 a Ezeiza
Ella -...
Ella -...
Ella -Señor, no tengo registrados esos apellidos, aparte le han emitido los boletos para el día 29 de enero.
Yo -Si, lo sé, me explicaron que lo tienen que hacer así pero mi agente reservó dos lugares en el vuelo que le dije para las chicas.
Ella -Le voy a pedir que por favor hable con la supervisora (y me señaló el mostrador de al lado)
Bultos en mano fuimos. La conversación que sigue no fue así de breve, sino que mientras hablaba conmigo lo hacía con otras personas, atendía el teléfono y recibía quejas en varios idiomas, ella era la que había visto consultar mencionando a las chicas.
Sup. -Si, ¿qué necesitan?
Yo -Yo soy el padre de las pasajeras por las que Ud. preguntó en la caja, de acuerdo con mi agente tenemos ya una reserva para el vuelo 1892
Sup. -(labios fruncidos y asintiendo con la cabeza) ¿Sabe lo que ocurre? es que su agente está acomodando pasajeros en vuelos que ni siquiera sabemos si se van a cancelar o no. Por este mal procedimiento es que se dio de baja todo lo cargado por él.
Yo -Entonces no queda otro remedio que la lista de espera.
Sup. -¿Ustedes vienen de Río Grande?
Yo -En efecto, y las nenas son las que viajan, mañana tendrían que ir en micro hacia la costa.
Sup.-...
Sup.-...
Entonces veo que emite dos tickets de embarque (con lo cual nos evitaba la lista de espera)
Sup. -Mire, esto lo hago por las chicas, porque vienen de lejos y por el mal manejo de su agente, no por otro motivo. Páseme las valijas.
Yo -(Con mi mejor sonrisa, al borde de saltar el mostrador y estamparle un beso) ha sido usted muy amable.
Nos fuimos con nuestros tickets, sabiendo que ya estaba la situación encaminada. Pensando en la supervisora le digo a las nenas ¿Será casada? y ellas a coro ¡Ay papáaa.. preguntale!
El 1892 apenas había salido de Ezeiza para Ushuaia, de modo que lo que había que hacer era aguantar en el aeropuerto. Nos tiramos en uno de los pasillos a pasar el tiempo y mirar la gente. Todos los televisores estaban desconectados de modo que no había ninguna información.
En el interín mi hija mayor tocó un rato la guitarra, le dije que dejara el estuche abierto, a ver si algún gringo colaboraba con los gastos, pero no me hizo caso.
A eso de las 19:00 en una fila de embarque aparece un empleado que comienza a decir ¡vuelo 1892! ¡vuelo 1892! y automaticamente nos pusimos en esa fila, luego los separaron por vuelo y las nenas se embarcaron mas o menos a las 19:30
Salí del aeropuerto a ver en qué avión despegaban, pero había cinco haciendo fila en la pista (entre ellos un Jumbo). Cuando vi que despegaron todos llamé a la madre (con quien también me comunicaba regularmente) para avisarle que estaban volando, y que a eso de las 23:00 llegaban a Ezeiza.
Me fui del aeropuerto, eran las 20:00, estaba fundido y como había trasladado mi pasaje de vuelta a Río Grande para el día siguiente a las 06:00, tenía que pasar la noche en Ushuaia.
Me bajé del taxi en el centro y aquí estuve.
Aquí se observan la bahía y las aguas del Canal Beagle, En el puerto habían dos cruceros (en primer plano) y un tercero estaba llegando, es el buque blanco que se observa al fondo.
Desde esa posición y girando 180 grados esta es la vista de la ciudad. Ushuaia es una ciudad hermosa, será que me gusta porque yo siempre voy por uno o dos días y no vivo allí. Me la imagino incómoda en invierno con tantas subidas y bajadas, pero es una belleza.
Aquí una vista desde la costa
Un ejemplo de las viejas construcciones de la ciudad. Todo en madera y chapa, en aquellos momentos era lo que había y lo más rápido.
Dos vistas de la calle principal (San Martín) Paralela a la costa.
En esta se observa como terminan algunas calles perpendiculares a la bahía. En un muro con escaleras, y a subir se ha dicho... Ushuaia es así.
Caminé un buen rato, disfruté del clima porque estaba fresco, sin viento y luego me fui a chatear un rato. A la medianoche volví a la bahía y tomé estas fotos. Lástima que el foco no está bien (y eso que todavía no había tomado nada). Las cuatro fotos son entre las 00:00 y 00:20 obsérvese que todavía hay claridad en el horizonte. En la primera el crucero es el blanco que en la foto de día estaba todavía llegando.
A eso de la 01:00 me mandé para uno de los pubs de la ciudad. Como en el aeropuerto, creo que un 10% de quienes estábamos allí era argentino. Me acerco a la barra y con un dedo índice en alto, le digo Guinness a uno de los muchachos que atendían. Al alcanzarme la pinta, me dice fifty pesos.
¿Cincuenta por una birra? pensé. Me acerco mas a la barra y le digo hablame en castellano, no hay problema... a lo que entonces, y con una sonrisa, aclara quince pesos, amigo.
La pasé bárbaro, liberándome de las tensiones y el stress ( que no fue poco) de todo el día con los temas del aeropuerto. Si bien estuve mas de dos horas sin hablar una palabra con nadie, entre los vídeos y todo lo que estuve viendo de la gente que estaba allí me ayudó para olvidarme de todo y disfrutar el momento.
Una Guinness y dos Warsteiner ya eran suficientes para necesitar un café. De modo que me fui del pub y volví a la costa a oxigenarme. Ya estaba clareando de a poco y fui hacia uno de los casinos en busca de ese cafecito.
Y por fin, a eso de las 5:15 abandoné el casino y me dirigí hacia las oficinas de la empresa de transportes, que por suerte estaban abiertas. Me derrumbé en un sillón a esperar mi traffic. Luego de un rato llegó, me subí, me senté, y me desmayé.