Antes de empezar, aclaro que este es un post largo, y que puede herir alguna susceptibilidad. No es esa la intención de quien escribe.
Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia
Este concepto, que extraigo de una canción escrita por Lito Nebbia, es uno de los que motivan el deseo de investigar para quien (tal es mi caso) le gusta la historia.
Durante toda nuestra formación aprendimos centenares de “historias oficiales” que por el hecho de ser repetidas de generación en generación, terminan por ser veraces. Pero resulta que en algún momento aparece alguien que nos cuenta otra historia, que para los alumnos aplicados suele resultar incómoda.
También hay historias que permanecen silenciadas porque las escribieron los perdedores, y éstos rara vez tienen el derecho de ser escuchados. Nos aferramos a lo que cuentan los gloriosos vencedores de las grandes batallas.
El revisionismo es apasionante, pero también es polémico, toca temas que a veces son urticantes o no están del todo cerrados. Pero en líneas generales el revisionista no altera la historia en su conjunto sino que se centra en los detalles, esa es su área de acción. Por citar un ejemplo básico, un revisionista no cuestiona que el General San Martín cruzó los Andes, pero sí explicará que no lo hizo montando un blanco corcel (como se observa en ese cuadro que todos hemos visto en la primaria) sino en una litera porque estaba enfermo. Este es solo un detalle que no le resta ningún valor a su gesta, pero que nos acerca un poco mas a la realidad de aquel momento.
Y volviendo a los temas urticantes, hay historias (entre muchas) que siempre me interesaron y que, como estaban escritas por perdedores, no se les daba crédito. Hasta que aparece alguien que aporta un dato, y ese dato ilumina una parte de la historia que permanecía a oscuras.
Durante 1941 en plena segunda guerra mundial, Alemania lanzó al mar al acorazado Bismarck, el mas grande y veloz acorazado de su tiempo. Su función, como la del resto de la marina alemana era impedir el reaprovisionamiento de víveres para Gran Bretaña, en ese momento Francia ya había sido ocupada y los esfuerzos alemanes se centraban en aislar a los ingleses para intentar una invasión. El Bismarck representaba otro enorme peligro para los británicos, tanto fue así que prácticamente dispusieron de todos sus recursos para encontrarlo y hundirlo.
El Bismarck, acompañado por el crucero Prinz Eugen salió de puerto el 19/05/41 hacia el norte. El 21/05 fue fotografiado por un avión Spitfire británico, lo que puso en alerta a la flota, que ya conocía su existencia. Los alemanes lograron perder a sus seguidores mientras pasaban por el estrecho que separa Islandia de Groenlandia, pero el 23/05 fueron hallados nuevamente. Los ingleses enviaron para el combate a los dos buques mas cercanos que tenían, uno de ellos (el mayor de la flota) era el acorazado Hood, le acompañaba el crucero pesado Prince of Wales.
El 24/05 se produjo el combate entre estos buques. Combate que duró menos de veinte minutos. La artillería del Bismarck se concentró en el Hood, y una de las andanadas penetró en la santabárbara (depósito de municiones) del acorazado inglés haciéndola detonar. El que había sido el buque de guerra mas grande del mundo durante veinte años, y orgullo de la flota británica, estalló, voló por los aires y se hundió en menos de cuatro minutos. La tripulación del Hood era de 1417 hombres, de lo que solo sobrevivieron tres (leyeron bien).
Luego de hundir al acorazado inglés, los buques alemanes centraron el fuego en el Prince of Wales lo alcanzaron con su artillería y lo dañaron, pero no lo persiguieron y prefirieron mantener su rumbo.
Luego de ese durísimo golpe para la flota británica, todos los medios disponibles estaban a disposición para localizar y hundir al Bismarck. Para no ahondar en detalles que no vienen al caso, el objetivo de hundir al acorazado alemán pudo ser concretado tras una terrible batalla para ambos bandos el 27/05. El Bismarck estaba solo, ya que durante las maniobras de distracción se había dado la orden al crucero Prinz Eugen de separarse y dirigirse al puerto de Brest (Francia) y por el lado británico tanto en la persecución como en la batalla final participaron los buques Suffolk; Norfolk; Prince of Wales; King George V; Dorsetshire; Rodney; Renown y Ark Royal.
La historia oficial cuenta que la marina británica logró hundir al Bismarck luego de un incesante cañoneo, que el acorazado alemán se defendió mientras pudo pero que finalmente fue derrotado por los buques ingleses. No es mentira pero ¿es toda la verdad?
Los alemanes sobrevivientes siempre declararon que, al tener sus timones inutilizados por impactos de torpedos, al estar agotando sus municiones y ya no tener capacidad de tiro, se dio la orden de activar las cargas de auto-hundimiento para que el buque no cayera en manos enemigas. Por supuesto, que a los derrotados no se los escuchó, y así quedó la historia entre 1941 y 1989.
Robin Ballard (famoso por descubrir los restos del Titanic) también buscó encontrar el acorazado hundido. Luego de un intento sin éxito en 1988, en 1989 logró dar con los restos del buque. La descripción que ofreció fue:
El casco se encuentra boca arriba enterrado en el fango hasta más o menos la altura de la línea de flotación. A pesar del terrible castigo sufrido por los proyectiles británicos y los efectos obvios del hundimiento, el buque está sorprendentemente en una condición relativamente buena. Pocos buques naufragados se conservan es un estado tan bueno como el Bismarck, y excepto por una pequeña parte de la popa el casco está intacto. Las torres de la artillería principal se desprendieron del casco cuando el buque se hundió, así como otras partes de la superestructura como el mástil-torre y la chimenea. Sin embargo las seis torres de la artillería secundaria y la mayoría de las piezas antiaéreas todavía están con el buque. El puesto director de proa y el puente de mando, aunque dañados también se conservan en su sitio.
Considerando el hecho de que la mayor parte de las cubiertas todavía conservan la madera de teca e incluso la pintura, lo más probable es que el Bismarck resista los efectos de la corrosión por lo menos durante varios cientos de años si no más.
Entonces la historia oficial británica se tambaleó y volvió a surgir la versión del perdedor de la contienda. A lo mejor es la versión incómoda. Tal vez alguien pueda leer esto y pensar ¿este está a favor de los nazis? En absoluto, simplemente me gusta saber que dice y cual es la versión del que perdió.