jueves, noviembre 23, 2006

Escuchar al perdedor II

Como segundo ejemplo de relatos de perdedores, hay algo que descubrí accidentalmente en la película El Pianista (excelente, la recomiendo). No lo incluí en el post anterior para no hacerlo tan largo.

También está referido a la segunda guerra mundial, y a la relación entre vencedores y vencidos. En su inmensa mayoría las películas de posguerra nos muestran que los únicos crímenes fueron cometidos por Alemania, y que los Aliados liberaron al mundo de su amenaza.

Alguna vez leí que el gran defecto del juicio de Nüremberg fue que solo se juzgaron perdedores, cuando de ambos bandos se cometieron atrocidades.

Durante la II Guerra, Alemania tuvo sus campos de concentración, en donde millones de prisioneros de toda clase murieron en las condiciones mas espantosas que puedan concebirse. Sobre esto no hay demasiado que agregar, la literatura existente da testimonio de lo ocurrido y los mismos alemanes saben que es una mochila que la historia les va a seguir cargando durante mucho tiempo.

En esa película hay un determinado personaje (no digo cual, para no perjudicar a quien no la haya visto) que al finalizar se comenta que murió en un campo de prisioneros que tenían los rusos siete años después de finalizada la guerra.

Al ver eso, realmente me sorprendí, había leído y sabía de la existencia de campos de prisioneros donde terminaron muchos soldados y oficiales del bando perdedor. Pero que siete años después hubiesen prisioneros de guerra, no me lo imaginaba. Cuando me enteré de ese dato, pensé mirá vos a los rusos, que tanto se quejaron de los crímenes alemanes durante la guerra ¿y por casa como andamos?

Si hablamos de siete años, significa que hubieron quienes estuvieron prisioneros mas tiempo del que duró toda la Segunda Guerra Mundial. Eran prisioneros en un mundo que ya estaba pacificado y en el que muchas cosas empezaban a normalizarse. A excepción de esas vidas, pero bueno... solo eran perdedores.

Considerando que este prisionero murió en 1952, entonces ya se habían disputado uno o tal vez dos Juegos Olímpicos (Londres 1948 y Helsinski 1952), ya Uruguay había ganado el Mundial de 1950 y Fangio había ganado su primer campeonato del mundo.

Hubieron quienes no lo pudieron ver, eran perdedores. No tenían quien los escuche.

10 comentarios:

Ana dijo...

Esa película la tengo pendiente. Un incentivo más para verla, de este fin de semana no pasa!

Anónimo dijo...

Hace un tiempo leí un libro llamado Sefarad, de Antonio Muñoz Molina, que toca el tan trillado tema del holocausto. Sin embargo, esta obra me deslumbró, me encantó, me emocionó y me produjo las sensaciones más indescriptibles gracias a la excelente pluma del escritor (hiper recomendable si te gusta la escritura cargada de sentido).

Por pura casualidad, luego de leer Sefarad leí El lector, de Schlink, que es precisamente la otra cara del mismo tema. También recomendable.

Verme llevada a ambas orillas con tanta inmediatez temporal me hizo sentir "completa". En general, comprender el otro lado ayuda a cerrar temas que, si se ven desde un solo lado, pueden ser inagotables por la subjetividad implícita.

Un beso

plumetti dijo...

La película El Pianista es realmente una obra de arte. Me gustó mucho y admiro la expresión de la cara del actor.

De todos modos, como toda película que relata una mirada de la guerra es fuerte, te hace pensar y a pesar de que no recuerdo la parte de la que hablás considero que da para la reflexión sobre los que pierden que a la larga son los desvalidos, abandonados y los que están más solos en esta situación no?

Anónimo dijo...

La ví hace muy poco por el cable y me gustó mucho.
Muy dura, pero muy cierta.
Un besote

Hurricane dijo...

Cyn: Gracias. Esa es la parte de la historia que mas me gusta, la del olvidado

Ana: Pues, cebate unos matienzos y no te la pierdas. No te va a divertir, pero te va a sorprender.

Laurabaires: Muchas gracias por el dato, voy a tratar de conseguirme los libros.

Plumetti: Exacto. Los desvalidos van siendo unos u otros a lo largo de una guerra, pero los que quedan en esa condición al finalizar, son los que generalmente ya no tienen derechos de ser escuchados.

Araña: Esas películas enseñan mucho, no solo se disfruta tal vez lo estético, sino que también dejan un gran mensaje.

Anónimo dijo...

LLego al segundo post y me sorprendo aún más.
Lo que pensaste vos, lo pensé yo.
Y si... es tremendo enterarte de esto, de semejantes atrocidades. Más aún cuando te contaron lo que les convenía, es decir, la historia de los ganadores.

Espero ser lo suficientemente clara en cuanto a mis limitadas opiniones. Digo limitadas debido a la gran ignorancia que poseó en temas como los que planteás.

Excelentes ambos posts!! Clap, clap, clap.

Otro beso y otro mate.

PD: Nunca pensaste en dedicarte a la historia?

Hurricane dijo...

Cyn: Mirá vos. Yo también tuve un profesor de historia en el secundario que me enseñó la "otra campana" de la historia de Rosas, y creo que a partir de allí me empecé a interesar por saber lo que no dicen los libros "oficiales"

Flor: Lo he pensado, pero reconozco que la historia me gusta así, como una distracción y algo que me divierte saber. Muy buenos los mates.

Anónimo dijo...

La ciencia historica tiene poco de ciencia. Es en los hechos actuales y segun que periodico ha pasado una cosa o la contraria.

Pitoti2 dijo...

No me acuerdo quien dijo que la historia la escriben los que ganan. El problema con el revisionismo es que la documentacion del otro bando siempre es escasa y al igual que la historia oficial, tendenciosa. Mi posición personal es la de se escéptico con todo y analizarlo a la luz de los efectos que se produjeron hacia adelante.

Hurricane dijo...

Jesús: Por eso hay que leer varios periódicos para tener varias visiones y conformar una idea del conjunto.

Pitoti: Por supuesto que el escepticismo manda, no se puede tomar como 100% cierto todo. Por eso es que me gusta buscar opiniones encontradas.